El primer artefacto explotó anoche al paso de una furgoneta en la que viajaban cuatro miembros de una familia, entre ellas dos mujeres y un bebé, que murieron todos en el acto.
La segunda deflagración se produjo poco después, tras la llegada al lugar de las fuerzas de seguridad, y provocó la muerte de dos agentes de la Gendarmería Nacional y un miembro de Protección Civil.
Otro oficial de la Gendarmería resultó gravemente herido por esta segunda explosión.
Se trata del primer atentado mortal tan grave y con víctimas civiles desde el 19 de agosto del año pasado en el país magrebí, cuando 48 personas murieron tras la explosión de un coche-bomba frente a la Escuela de Gendarmería de Les Issers, en la región de la Cabilia.
Desde entonces, los atentados se habían reducido considerablemente en Argelia, gracias a los éxitos de las fuerzas de seguridad, que desde principios de este año han matado a 36 terroristas, la mayoría miembros de la organización Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI).
El Ejército y otras fuerzas de seguridad han desplegado en los últimos meses vastas operaciones antiterroristas, especialmente en la Cabilia, donde ha desarticulado varias redes de apoyo a los comandos.
El atentado coincide además con el anuncio ayer del presidente del país, Abdelaziz Buteflika, de que se presentará a las elecciones presidenciales del próximo 9 de abril para concurrir a un tercer mandato.
Desde comienzos de este año, la práctica totalidad de los atentados se produjeron en la región de la Cabilia y causaron pocas víctimas mortales, todas ellas miembros de los cuerpos de seguridad.