La gran bola de fuego en el aeropuerto de Lugansk, adelantaba el alcance de una tragedia fatal para el ejército de Ucrania.
Los 49 ocupantes de un avión militar de carga, perecían en su interior después de que éste fuera abatido por los separatistas prorusos cuando se disponía a aterrizar. El ataque es uno de los ataques más fuertes sufridos por las fuerzas ucranianas desde que estallase la sublevación en el este.