Otro turista procedente de Estados Unidos, Joseph Allen, murió la semana pasada cuando estaba en su habitación de hotel en Sosua (República Dominicana). Esta es la octava muerte, en extrañas circunstancias, de un visitante estadounidense en el país centroamericano en los últimos meses.
Tal y como recoge NBC, una ama de llaves encontró a Allen muerto en el suelo de su habitación por la mañana. La noche antes del suceso expresó, junto a sus amigos, que hacía mucho calor. Acto seguido regresó a su habitación para ducharse y dormir.
Aunque todavía no se ha confirmado la causa oficial del deceso, un informe sobre su autopsia reveló que tenía problemas cardíacos. No obstante, su familia todavía está a la espera de conocer los resultados del análisis de toxicología.
"Prefiero no hacer suposiciones porque te vuelves loco con eso, pero creo que algo está mal, y debe investigarse sin importar cuánto dinero o cuánto tiempo hagan falta", dijo el hermano de Joseph.
Hace tan solo una semana, el 11 de junio, Leyla Cox falleció en su habitación de hotel en Punta Cana (República Dominicana), un día después de su cumpleaños. Sin embargo, los forenses no pudieron identificar el motivo de su defunción ya que las herramientas correspondientes estaban estropeadas.