Su comportamiento había sido modélico hasta que, con un arma blanca, acabó con la vida de cuatro policías en una comisaría de París. Eran compañeros, porque el asesino es un hombre de 45 años con una discapacidad auditiva, funcionario en el departamento de informática en la sensible Dirección de Inteligencia de la Prefectura parisina.
Dos décadas trabajando en la Jefatura de Policía de Paris
Llevaba dos décadas trabajando en la Jefatura de Policía de París, un fortín en el corazón de la ciudad. De ahí el estupor. El homicida estaba dentro.
Con un cuchillo primero, apuñaló a tres hombres en su oficina. Luego, bajó las escaleras donde acuchilló a dos mujeres. Le abatió un policía tras pedirle sin éxito que tirase el cuchillo.
Se investiga un posible conflicto personal entre el asesino y su jefa de servicio, muerta en el ataque, pero no se descarta el ataque terrorista, porque el asesino se habría convertido al Islam hace 18 meses.
Tras registrar su domicilio, la policía ha detenido a su mujer, musulmana.
Según medios franceses, el agresor habría utilizado un cuchillo de cerámica para evitar los controles de detección de armas, lo que lleva a pensar que actuó de manera premeditada.
Tras el suceso, Las calles a lo largo de la prefectura, boulevard du Palais y rue de la Cité fueron cortadas al tráfico.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, el primer ministro, Édouard Philippe y el presidente francés, Emmanuel Macron se desplazaron inmediatamente a la prefectura donde han ocurrido los asesinatos cancelando sus actos oficiales.
El sangriento incidente, además, se ha producido un día después de la manifestación de los policías en París en una protesta por la sobrecarga de trabajo en un ambiente de hostilidad por los conflictos, como el de los chalecos amarillos y el rechazo social que reciben por parte de la población.