Más de 250 personas murieron, entre octubre de 2011 y noviembre de 2017, mientras intentaban sacarse el mejor selfi. La búsqueda por la instantánea perfecta parece atraer la muerte. La última de sus víctimas, una joven influencer inglesa según ha informado ABC.
Madalyn Davis, de 21 años, murió el pasado domingo tras caerse por un acantilado en Sydney (Australia). La joven, que intentaba hacerse un selfie al borde del precipicio, cayó al vacío desde una altura de 30 metros.
Davis, que volvía de fiesta, había acudido al lugar con la intención de ver junto a sus amigos el amanecer. Una estampa que no dudo en inmortalizar. La foto nunca vería la luz.
Tras el incidente, sus acompañantes pidieron ayuda. Tras cuatro horas de búsqueda, los buzos hallaron su cuerpo sin vida.