Gemma Malins, neozelandesa de 28 años, ha muerto de cáncer después que el médico por dos veces descartara el tumor. Le diagnosticó bultos de grasa en las piernas y pies a pesar de que uno de ellos era del tamaño de una pelota de tenis.
La joven profesora acudió al médico al ver bultos en sus piernas y pies. El doctor no le dio ninguna importancia y le dijo que solo eran bultos de grasa. Gemma Malins, asustada, volvió al médico tres meses después. “Los bultos habían crecido hasta el tamaño de una pelota de tenis. Otro había crecido en mi pecho", contó la joven al NZ Herald.
De nuevo, le dieron el mismo diagnóstico – bultos de grasa- y le aseguraron que no podía ser cáncer.
Tras mudarse de casa, Malins acudió a un nuevo doctor. Esta vez si le dieron el terrible diagnóstico: melanoma metastásico que “se había extendido por todo el cuerpo”.
Aunque la derivaron de inmediato al oncólogo, la joven neozelandesa tuvo que esperar tres meses para ser atendida por el especialista porque no tenía seguro médico.
Los doctores le dijeron que el cáncer se había extendido por todo el cuerpo, alcanzando el cerebro y los pulmones. Malins logró recaudar dinero a través de una web para financiar un tratamiento privado con inmunoterapia.
Con este tratamiento, los médicos lograron que el cáncer se estabilizara durante un año. En ese tiempo, Brandon su prometido organizó una boda en dos semanas. La pareja siempre había soñado con casarse y tener hijos.
Sin embargo, tras un nuevo tratamiento de inmunoterapia el cáncer se extendió y los doctores le dieron a la joven profesora solo unos meses más de vida. “Hay nuevos melanomas en su cerebro, cuello y pulmones, otros en el estómago han crecido y otros simplemente no responden”, contó Brandon.
“Por favor ayúdenos para que pueda hacer la mayor parte de su lista de deseos”, añadió el joven que gracias a las donaciones de la gente pudo llevar a su ya esposa a montar a caballo, ver la nieve, hacer glamping y visitar la Isla Sur.
Quienes conocieron a Gemma aseguran que luchó una “batalla larga y reñida” contra el cáncer y que debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus fue aún más difícil por la ausencia de la familia.