Un bebé de 18 meses ha muerto en North Hills, Los Ángeles, después de que su carrito fuera arrollado por un coche. Tras la colisión entre dos vehículos, uno de ellos se salió de la vía e impactó contra el pequeño.
El accidente ocurrió la madrugada del domingo. La madre aún sigue en estado de shock. "Siento que esto es una pesadilla de la que estoy tratando de despertar. Trato de echarme una siesta y me despierto. Lo busco. Es muy doloroso", ha dicho la madre del bebé fallecido, Anna Morales, en declaraciones recogidas por Abc.
Morales visitó el memorial de velas y flores que crecen en el lugar donde mataron a su hijo Sébastien.
Sebastien, el bebé de 18 meses, estaba con sus abuelos en el momento del accidente, que son vendedores de comida que llevan años vendiendo tamales fuera de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz.
El domingo sobre las 7 de la mañana, un coche honda CRV que iba hacia el oeste por Nordhoff giró a la izquierda cuando chocó con un Toyota Camry gris, según el Departamento de Policía de Los Ángeles.
El impacto envió al Honda sobre la acera en la esquina justo donde estaba el niño en su cochecito y una mujer, que estaba junto al puesto de comida. "No sé exactamente qué pasó porque escuché el ruido de los dos carros chocando", ha declarado Alfredo Morales, el abuelo del niño. "Uno de los coches fue directamente contra al bebé".
La mujer que resultó herida, que no es de la familia, fue trasladada al hospital.
Anna Morales ha explicado que su hijo nació luchador y se estaba convirtiendo en un niño feliz al que le encantaba bailar.
"Fue un bebé prematuro. Estuvo en la UCI durante 65 días. Lo vi luchar por su vida cuando nació y es una locura que un accidente como este me lo haya arrebatado", ha lamentado la madre.
El conductor del Honda se quedó en el lugar. El conductor del Toyota se dio a la fuga pero acudió a la policía el domingo por la tarde. De momento, ninguno de los dos conductores está detenido.