El asesinato de nueve miembros de la comunidad mormona en La Morita, estado mexicano de Sonora, ha forzado a muchos de su integrantes a regrear a Estados Unidos por las amenazas del crimen organizado.
La tragedia golpeó la comunidad mormona de esa localidad en México la pasada semana, con el asesinato de tres mujeres y seis niños, además de cinco heridos, a manos de sicarios. La decisión de varias familias de la comunidad llega después de lo ocurrido cuando han asegurado que ya no se sienten seguros en México y por ello se mudarán a Estados Unidos.
David Langford que perdió a su mujer, a dos de sus hijos, Trevor Langford, de 11 años, y Rogan Langford, de dos ha declarado a los medios estadounidenses que le han trastocado la vida y forzado "a tener que llevarme al resto de mi familia y en este momento realmente no tengo a dónde ir”.
Un número importante de mormones abandonarán de manera definitiva el territorio que habitan entre Chihuahua y Sonora.
Las autoridades mexicanas versión oficial creen que la masacre fue el resultado de una confusión de un grupo armado; sin embargo, Adrián LeBarón, familiar de los asesinados, ha asegurado que la matanza se llevó a cabo para "dejar un mensaje".
"No fue un ataque hacia nosotros, pero no hay confusión, a alguien le están queriendo lanzar un mensaje y utilizaron a nuestra familia", afirmó a medios locales.