El concurso de belleza más importante de Estados Unidos ha decidido reiventarse y lo hace de un modo cuando menos chocante. Se va a seguir, como siempre, juzgando y premiando el cuerpo y el físico de algunas mujeres, pero en Miss América van a sustituir los posados en bikini por debates.
Tras casi cien años valorando el físico de sus candidatas haciéndolas desfilar en biquini, en traje de noche y hasta bailar sobre el escenario el concurso de belleza por antonomasia empieza una nueva era.
Adiós al desfile en traje de baño, usar tacones será optativo y habrá un debate entre concursantes y jurado. En la era del MeToo, la filtración de unos correos de su antiguo director general, este hombre, haciendo comentarios lascivos sobre varias candidatas.
Hicieron cambiar por completo la dirección del certamen. Y ahora, con más mujeres en los altos cargos, cambian las normas. Aunque para muchos lo que debería realmente desaparecer es el concurso.