Miles de personas, sobre todo mujeres, se manifestaron ayer sábado en todos los Estados Unidos en favor al derecho al aborto, dando comienzo a lo que será, según los organizadores, un “verano de furia” si finalmente el Tribunal Supremo del país anula el caso Roe contra Wade, que legalizó el aborto en todo el país en 1973.
De tomarse finalmente esta decisión, la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo quedaría en manos de cada estado, con muchos de ellos, muy conservadores, que ya han avisado que legislarían para restringir este derecho.
En Nueva York la manifestación fue masiva, con ambiente reivindicativo en el centro de Brooklyn con miles de personas marchando por toda la ciudad cruzando el puente de Brooklyn hacia Manhattan. "Hemos llegado a un punto en nuestra historia en el que simplemente no podemos, no podemos, volver atrás", dijo Yaz, una cantante de 30 años.
"Si miras las caras de la gente aquí, es muy diferente a cualquier otra acción. Nadie puede soportar esto. El aborto es una cuestión de salud. El aborto es un derecho humano”, aseguraba la manifestante, mostrando así la opinión de todos sus compañeros y compañeras de marcha que claman contra la posibilidad de que el aborto puede volver a restringirse en el país de las libertades.