Miles de egipcios se han congregado este viernes en la plaza Tahrir de El Cairo para demostrar que están unidos en favor del cambio, aunque sigue habiendo divisiones respecto a si hay que presionar al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna el país, para que acelere y profundice las reformas políticas.
"No hay más dios que Alá" o "Islamiya, Islamiya" son algunas de las frases más coreadas por los manifestantes, pero también había pancartas con la frase "Egipto islámico" y algunas personas han dicho al unísono "El pueblo y el Ejército, mano a mano".
Un dirigente de los Hermanos Musulmanes ha dicho que se trata de "un viernes de unidad de todas las fuerzas políticas". Éste y otros grupos islamistas participaron en la gran protesta del pasado 8 de julio para pedir una purga de los antiguos miembros del régimen del presidente Hosni Mubarak --derrocado por una revueta popular el pasado febrero-- y juicios más rápidos por delitos de corrupción.
Luego los islamistas dijeron que querían dar tiempo al Ejército para responder. Otros grupos, como el movimiento 6 de Abril, han mantenido la presión, y algunos de sus miembros han montado tiendas de campaña en la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta que expulsó a Mubarak del poder.
Mohamed Adel, portavoz de 6 de Abril, ha declarado que su grupo está "satisfecho" de que "las fuerzas políticas están demostrando un frente unido en esta coyuntura crítica en la revolución".
DISTINTAS POSTURAS
Algunos manifestantes acusan a los Hermanos Musulmanes --una organización que estaba prohibida cuando gobernaba Mubarak pero que ahora goza de una libertad que nunca había tenido-- de haber alcanzado un pacto con el Ejército, pero los Hermanos lo niegan.
El fin de semana pasado hubo manifestaciones junto al Ministerio de Defensa y otros edificios relacionados con el Ejército en El Cairo y otras ciudades. En la capital hubo enfrentamientos entre manifestantes y jóvenes que lanzaban piedras, mientras los soldados que los presenciaron apenas intervinieron.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que asumió el poder tras la dimisión de Mubarak, ha acusado a 6 de Abril de intentar dividir a los ciudadanos y al Ejército. Éste ha sido criticado por seguir juzgando a civiles en tribunales militares y por no actuar con la rapidez suficiente para juzgar al ex presidente y sus aliados.
En una muestra de apoyo a 6 de Abril, Mohamed Beltagy, miembro del Partido de la Libertad y la Justicia, formado por los Hermanos Musulmanes, ha afirmado que este grupo "rechaza la desacreditación y la distorsión de cualquier fuerza revolucionaria que decida manifestarse pacíficamente".
Adel ha asegurado que los últimos intentos de marginar a 6 de Abril "no han funcionado porque la oposición sabe que si un grupo es demonizado, eso al final perjudicará a otros grupos interesados en conservar los logros de la revolución".
JUICIO CONTRA MUBARAK
Una de las demandas de quienes están saliendo a las calles para expresarse era que el juicio de Mubarak fuese más rápido. Su juicio se ha fijado ahora para el próximo 3 de agosto, pero los manifestantes acusan al Ejército de mostrarse reacios a que su antiguo comandante en jefe rinda cuentas por sus actos.
Mubarak se encuentra desde abril en un hospital del Sharm el Sheij, en la costa del mar Rojo, donde está detenido. Debido a su delicado estado de salud no ha sido trasladado a una prisión, como ha ocurrido con sus dos hijos y otros ex altos cargos.
Una fuente cercana al ex mandatario ha dicho que su abogado ha adelantado que la semana que viene comunicará al tribunal de El Cairo encargado del juicio que su cliente está demasiado enfermo para asistir a la sesión de apertura.