Siete semanas sin homicidios en Miami por primera vez desde 1957
El confinamiento por el coronavirus ha hecho bajar la delincuencia
En Chicago, ocurre lo contrario: los tiroteos han aumentado un 42%
Desde el 17 de febrero hasta el 12 de abril de este año, Miami no ha reportado ningún crimen, según ha informado el Departamento de Policía de esta ciudad estadounidense. La medidas de confinamiento para enfrentar al coronavirus ha hecho bajar el índice de delincuencia hasta tal punto que por primera vez desde 1957 no se ha cometido ningún homicidio en siete semanas. Ese año tiene la cifra récord de días sin crímenes en la ciudad: nueve semanas y tres días.
En otras ciudades estadounidenses, según informa 'Infobae', el crimen también disminuyó. Por ejemplo, en Baltimore. Aunque, si bien, allí los delitos criminales en la ciudad continúan a diario si se aprecia un descenso considerable de asaltos, tiroteos y robos.
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La cara opuesta la encontramos en Chicago. Allí, a pesar de la orden de permanencia en el hogar, los robos y tiroteos crecieron en la última semana. La Policía respondió a 19 tiroteos, seis de los cuales terminaron en homicidios. Eso significa, según la cadena CBS, que los tiroteos aumentaron un 42% con respecto a la misma semana del año pasado.
Las cifras del coronavirus en EEUU
El gigante norteamericano sigue siendo el país más afectado por el coronavirus, tanto por número de casos como por número de fallecidos, con 939.235 personas contagiadas y 53.934 víctimas mortales. El estado de Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia, con aproximadamente unos 20.000 fallecidos.
Concretamente, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha confirmado este sábado que un total de 437 personas han muerto durante las últimas horas en todo el estado, un repunte de víctimas superior a las 422 del pasado viernes. El estado ha registrado ya un total de 17.126 fallecidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sostenido desde el principio de la crisis de la Covid-19 su inclinación a no detener la actividad productiva de Estados Unidos y, después, a reabrir el país lo antes posible, en confrontación con lo que expertos y gobernadores han abogado.
Sin embargo, durante la presentación de las recomendaciones para la reapertura económica de Estados Unidos, el presidente cambió significativamente su retórica, cuando insistía en su "autoridad total" para tomar decisiones sobre cómo levantar las medidas de contención adoptadas. Así, aseguró que los gobernadores podrán tomar decisiones basadas en sus propias necesidades, ya que todos los estados "son diferentes" y tienen distintos niveles de afectación.