Irene y George Burrows son la prueba de que la mala suerte puede golpear dos veces al mismo hogar. Esta pareja australiana perdió a su hijo y a su nuera en marzo en el avión de Malaysia Airlines que desapareció poco después del despegue, y ahora lloran la pérdida de otros familiares como consecuencia de la terrible tragedia del avión de la misma compañía derribado en el este de Ucrania por un misil... Como la de ellos, cientos de vidas se han visto truncadas y afectadas por la terrible catástrofe. En Washington, encienden velas en homenaje a los fallecidos mientras en Malasia rezan en su memoria. El primer ministro de esta localidad ha visitado a las familias afectadas por esta tragedia sobre la que aún quedan numerosas dudas por resolver.