Las redes se suman a la batalla contra el incesto. Esta semana el hashtag #MeTooInceste se volvía trending topic en Francia después de que un tuit contando abusos sexuales de un niño por parte de un familiar cercano provocara una reacción en cascada.
Todo comenzó cuando la abogada Camille Kouchner, hija de un exministro socialista francés contó en un libro que su padrastro, Olivier Duhamel, otra figura importante en la intelectualidad francesa, abusó durante años de su hermano gemelo cuando tenía 13 años. El asunto ha desatado un terremoto social que ha comenzado con la pérdida de toda actividad pública de Duhamel, entre otras la presidencia de la Fundación Nacional de Ciencias Políticas, cuna de buena parte de los dirigentes e intelectuales de Francia.
El testimonio de Kouchner sirvió para que el primer tuit de una víctima del incesto le siguieran más de 70.000 historias de abuso sexual a menores en el entorno familiar. “Yo tenía 15 años, (fue) mi hermano”, “fue mi abuelo” o “el tío guay de la familia”: Así comenzaban a contar el sufrimiento miles de personas abusadas, que decidieron poner fin al silencio y visibilizar un tema tabú en todas las culturas. “Tenía 4, 5, 6… ya ni siquiera lo sé. Era mi tío. Hablar por hablar no me satisface. Testificar no me satisface. Quiero un cambio político. Ni siquiera más castigos sino una verdadera política de prevención”
#Metooinceste, una etiqueta similar al #MeToo, del movimiento que en 2017 denunciaba el abuso sexual en el ámbito laboral a partir del Harvey Weinstein, el productor que abusaba de sus actrices. Ahora también las redes, pero también los medios galos comienzan a hacerse eco de los testimonios y a la denuncia de Camille Kouchner, en su libro 'La familia Grande', le han seguido miles y miles de historias, que cuentan niños que vivieron el infierno de los abusos. Ahora, ya adultos han tenido el coraje de contarlos.