El tirador que mató a dos personas en una iglesia de Texas, EEUU, hace dos días fue reducido de un disparo por uno de los feligreses y murió en el acto. El hombre, un héroe para su comunidad religiosa, asegura que había detectado en él una actitud sospechosa.
El héroe que evitó una matanza en la Iglesia de Texas sacando su arma y abatiendo al tirador tiene 71 años y es instructor de armas de fuego y voluntario de seguridad en el templo. "No creo que haya matado a una persona, creo que maté al demonio", ha declarado.
Asegura que sospechó del atacante en cuando entró en la iglesia y que por eso pudo reaccionar rápidamente, acabando con su vida en cuanto le vio sacar su escopeta y disparar a dos veces.
El tirador ha sido identificado. Es Thomas Kinnunen, de 43 años, que tenía antecedentes por asalto y robo. Ha dejó dos víctimas mortales, uno de los feligreses y el religioso que en ese momento estaba dando misa.
La policía ha abierto una investigando para determinar los motivos del tiroteo.