Samantha Ford, una mujer de 38 años, se ha declarado culpable de haber asesinado a sus dos mellizos de 23 meses el pasado diciembre en Westwood, Inglaterra. Supuestamente, lo hizo para vengarse de su marido porque la había dejado.
Los pequeños Jake y Chloe habían sido concebidos tras un complicado proceso de fecundación in vitro. Samantha y su marido Steven eran una pareja con un alto nivel de vida tras vivir 10 años en Catar. Al volver a Inglaterra, la mujer se volvió controladora y tenía una gran obsesión con volver a aquel país, por esto su marido decidió dejarla, según informa The Sun.
Después de esto Samantha sufría una depresión aguda y decidió ahogar en la bañera a sus mellizos para "castigar" al que ahora era su exmarido. Después se intentó suicidar estrellando su coche contra un camión.
Cuando las autoridades llegaron al lugar del siniestro les dijo que la dejaran morir, que había matado a sus dos hijos ahogándolos y se quería ir con ellos. Le salvaron la vida pero nada pudieron hacer por salvar la de los dos pequeños cuyos cuerpos fueron hallados poco después en su domicilio.
Ahora, durante la celebración del juicio la mujer se ha declarado culpable pero intenta justificarse diciendo que oía "voces" que le decían que lo hiciera.