Masten Milimo Wanjala está acusado de matar a 10 niños y beberse la sangre de uno de ellos. De ahí que se le conozca como el vampiro de Kenia. Wanjala ha escapado justo antes de celebrarse el juicio.
Masten Milimo Wanjala, de 20 años, debía comparecer ante un tribunal en Kenia, acusado de múltiples cargos de asesinato. El conocido como vampiro de Kenia fue detenido el pasado julio después de que se hallaran los cuerpos sin vida de dos menores en Kabete, en las afueras de Nairobi. Eran Junior Mutuku Musyoka, de 12 años, y Charles Opindo Bala, de 13.
Entonces, Wanjala confesó haber matado a otros 8 niños, 10 en total, en los últimos cinco años y haber bebido la sangre de uno de ellos. El preso ahora fugado llevó a los gentes hasta los cuerpos de sus víctimas.
Desde su detención estaba en la prisión de Nairobi. Se dieron cuenta de que no estaba por la mañana al pasar lista. Él está en busca y captura. De hecho el gobernador de la ciudad, Mike Sonko, ha ofrecido una recompensa de 1.500 euros a cualquier que ayude a localizarlo. Además, hay tres guardias de seguridad de la prisión que han sido detenidos.
La policía investiga si el vampiro de Kenia está vinculado a otras desapariciones. Además, trata de averiguar si actuaba solo o con cómplices.
Wanjala había llegado a pedir recompensa a los padres de algunos niños, que no pudieron pagar los rescates. El preso ahora fugado habría empezado a matar con solo 16 años. A una de sus víctimas, Purity Maweu, de 12 años, le chupó la sangre antes de darle muerte.
Algunos de los cuerpos de sus víctimas, que arrojó al sistema de alcantarillado, no se han recuperado. La ONG Missing Child Kenya cifra en 242 niños menores de 18 años (125 niñas y 117 niños) desaparecidos en 2020 en el país africano.