Un grupo de hombres armados ha irrumpido en una casa del municipio colombiano de Samaniego, en la frontera con Ecuador, asesinando a ocho jóvenes y dejando a varios heridos. Los criminales irrumpieron la velada con pasamontañas y armas de fuegos matando a los jóvenes que estaban reunidos en una casa de campo.
Entre las 10 y 11 de la noche del pasado sábado, cuatro hombres llegaron en dos motos con armas largas y comenzaron a disparar de forma indiscriminada, según contaron a los medios algunos supervivientes, que fingieron estar muertos, mientras los asaltantes disparaban.
El hecho fue perpetrado en la vereda de Santa Catalina, a donde según versiones extraoficiales ocurrió la masacre, denunciada por el gobernador de Nariño, que habla de 20 homicidios en los últimos dos meses. Rojas pidió la intervención del Ejército colombiano, de la Policía y de la Presidencia y a la Fiscalía General para que “devuelvan la tranquilidad en la región”.
Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, condenó en Twitter estos hechos y aseguró que desde la madrugada oficiales fueron desplegados al lugar para investigar el caso. Asimismo, aseguró que ya el Ejército investigará la matanza.
La muerte de estos ochos jóvenes se produjo cuatro días después de que en Cali, Valle del Cauca, también en el suroccidente del país, cinco menores de edad, todos entre los 14 y 15 años, también fueran asesinados. Los adolescentes fueron encontrados con signos de tortura y disparos, un crimen que causó conmoción