Martha Sepúlveda será la primera persona en acogerse a la eutanasia en Colombia a pesar de no padecer una enfermedad terminal. La reforma de la ley que permite la llamada "muerte digna" le ofrece la cobertura legal suficiente como para poder dejar de vivir.
El país latinoamericano permite la eutanasia desde 1997, pero no ha sido hasta 2021 cuando las personas con patologías no terminales se han podido comenzar a acoger a este derecho. En su caso, Martha Sepúlveda padece esclerosis lateral amiotrófica desde hace tres años, tiene series dificultades para caminar y el dolor en sus piernas cada vez es más insoportable.
El pasado 23 de julio de 2021, una resolución del Tribunal Constitucional colombiano alumbraba una ampliación de derechos sentando jurisprudencia sobre la eutanasia y las personas que se pueden acoger a ella. El fallo de los magistrados recoge bajo el paraguas de la ley de 1997 a aquellos pacientes cuya enfermedad les provoque intenso sufrimiento por lesión corporal o enfermedad grave incurable.
Para que la eutanasia tenga validez legal siendo considerada como tal y no como homicidio, debe ser realizada por un médico bajo el consentimiento expreso e informado del paciente. Con su muerte, Sepúlveda será la primera persona sin un diagnóstico terminal en acogerse a la eutanasia en Colombia.
Desde que conoce la noticia, Martha afronta sus últimos días con serenidad, rodeada de los suyos y, según ella misma reconoce, con mucha más tranquilidad. A pesar de que procesa el catolicismo, Sepúlveda no reconoce como un pecado la decisión de dejar de vivir tal y como aseguró en una entrevista con Noticias Caracol.
Su familia al principio recibió la noticia con cierto escepticismo, pero finalmente dice entender a Martha y afirman no querer verla sufrir. Federico, el hijo de Sepúlveda, asegura que sería un acto de egoísmo obligar a su madre a que se quedara.