Tras haber logrado en los últimos meses el apoyo diplomático de España y Alemania en la cuestión del Sáhara Occidental y viviendo su particular luna de miel con Estados Unidos e Israel, la diplomacia marroquí vuelve a reivindicarse con la celebración mañana miércoles en Marrakech de la reunión ministerial de la Coalición internacional contra Daesh.
Una cita que podrá el acento en la creciente amenaza yihadista y terrorista en el continente africano, amén de Oriente Medio y Asia Central. “El encuentro confirma el papel en primer plano de Marruecos a nivel regional e internacional en la lucha contra el terrorismo y el apoyo a la paz, la seguridad y la estabilidad en África”, aseguraba este lunes una nota del Ministerio marroquí de Exteriores.
No en vano, el país magrebí copreside desde finales del año pasado el Africa Focus Group de la Coalición internacional contra Daesh, que aspira a dotarse de nuevos medios y objetivos en el curso de la reunión ministerial de Marrakech. Además, Rabat ha copresidido el Foro global de lucha contra el terrorismo durante tres mandatos consecutivos y alberga la Oficina de Naciones Unidas para la Lucha contra el terrorismo y la formación en África. Por último, Marruecos ya organizó en 2018 la reunión de directores políticos de la Coalición internacional contra Daesh.
“El hecho de ser el primer país que alberga la reunión ministerial de la Coalición contra Daesh en África da un particular protagonismo a Marruecos”, explica a NIUS la profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Exeter (Reino Unido) Irene Fernández-Molina. “En el contexto actual, Marruecos juega a no alinearse en el conflicto de Ucrania a la vez que envía el mensaje de que sigue siendo socio preferente de Estados Unidos y la OTAN, actores central en la Coalición contra Daesh”, resume la investigadora española.
Por su parte, la profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad de Málaga Pilar Rangel, destaca que “Marruecos es un país clave en la lucha contra el terrorismo yihadista y un gran referente no solo en África sino a nivel mundial gracias a la dimensión preventiva (investigación policial), religiosa y socioeconómica. Es un socio estratégico y fiable de Estados Unidos que además cuenta con una oficina de contraterrorismo de Naciones Unidas en Rabat, la primera en el continente africano y abierta recientemente”, explica a NIUS la profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Málaga Pilar Rangel.
Al encuentro de este miércoles en Marrakech acudirán representantes de un total de 67 delegaciones entre países y organizaciones internacionales. Aunque estaba prevista su presencia –y así lo han estado anunciando los medios estatales marroquíes hasta última hora-, el secretario de Estado de EEUU Antony Blinken –quien visitó Rabat a finales del pasado mes de marzo- no participará en la reunión tras haberse dado positivo por coronavirus. En su ausencia, Washington estará representado por la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos Victoria Nuland.
La profesora de la Universidad Internacional de Rabat y politóloga Beatriz Mesa destaca la importancia para Marruecos de una cita como la de Marrakech en una doble vertiente, externa y doméstica: “Al organizar una cumbre internacional de estas características Marruecos se posiciona en el espacio regional e internacional y lo hace como mediador, en un papel que asumió hace ya más de diez años. Lo ha hecho en Libia y Mali, y ahora en Marrakech lo vuelve a desempeñar en la lucha contra el terrorismo”.
Por otra parte, la experta española en la actividad de grupos armados en el Sahel recuerda a NIUS que “Marruecos está especialmente concernido por el fenómeno de Daesh porque es uno de los países que más terroristas han exportado a las filas de la organización”. “En Marruecos no hay tanto extremismo violento, como demuestra el estudio que hemos hecho de los perfiles de los combatientes de origen marroquí, pero hechos como la revuelta contra Assad en Siria en el contexto de la Primavera Árabe despertaron una solidaridad interregional que acabó con miles de jóvenes en las filas terroristas”, desgrana Mesa. “Rabat trabaja ahora en el retorno y reinserción de estas personas. El problema es que muchos de esos jóvenes vuelven al punto cero”, admite.
En un escenario convulso en Europa oriental marcado por la guerra y una crisis energética internacional –que se añade a la provocada por la pandemia-, la UE y Estados Unidos ponen las miradas en África, especialmente en el Sahel, ante el riesgo de desestabilización social y política. “La reunión ministerial de la coalición internacional permitirá avanzar en la lucha contra Daesh dotando a los países africanos más afectados de herramientas suficientes para hacer frente a esta grave amenaza terrorista que se encuentra presente a lo largo de todo el continente con grupos como Boko Haram, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Estado Islámico en el Gran Sahel o Al Shabab”, augura la especialista en yihadismo Pilar Rangel.
La profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Málaga recuerda que “las víctimas de actos terroristas en el continente africano se han multiplicado por tres en los últimos ocho años, mientras que los atentados terroristas pasaron de 700 ataques en 2012 a 4.100 en el último año, de ahí que la reunión de la Coalición internacional contra Daesh se celebre en África”.
La Coalición Global contra el Daesh nació en septiembre de 2014 en la Cumbre de Gales de la OTAN y está integrada por 80 Estados y cinco organizaciones internacionales cuyas acciones –movidas por un enfoque multidisciplinar- están amparadas por Naciones Unidas.
La víspera de la reunión contra el Estado Islámico de Marrakech servirá además para propiciar el primer encuentro del ministro de Exteriores español José Manuel Albares con su homólogo marroquí Nasser Bourita.
Una cita, prevista para la tarde de este martes, que llega casi diez meses después del nombramiento de Albares como jefe de la diplomacia española –tras relevar a la bestia negra de Rabat en el caso Ghali Arancha González Laya- y mes y medio después de que se hiciera pública la carta de Pedro Sánchez al rey Mohamed VI que sellaba el fin de la crisis.
La visita llega también apenas días después de que un informe del diario británico The Guardian sobre Pegasus revelara el supuesto espionaje marroquí empleando citado programa informático de fabricación israelí al presidente del Gobierno Pedro Sánchez y a la ministra de Defensa Margarita Robles, además de a la citada González Laya. Por ahora el Gobierno de España ha evitado señalar a las autoridades marroquíes, que no han hecho mención alguna a las citadas informaciones.
El pasado 31 de marzo, horas antes de volar a Rabat para reunirse con Bourita, Albares vio cómo las autoridades marroquíes cancelaban la visita llamada a sellar la normalización de relaciones tras una larga crisis que arrancaba en noviembre de 2020. Una semana después Sánchez se desplazaba hasta Rabat para acudir a la llamada de Mohamed VI y poner fin al desencuentro en torno a un iftar de Ramadán.
Según la nota difundida del Ministerio español de Exteriores, en el que será su primer encuentro los jefes de las diplomacias marroquí y española abordarán “diversas cuestiones de la agenda bilateral e internacional, así como la evolución de la hoja de ruta establecida entre los dos países”.
Para el hispanista marroquí Abdelkhalek Najmi, “la cita de Marrakech es una oportunidad más para reforzar las relaciones bilaterales en general y la cooperación en materia de lucha antiterrorismo en particular. Marruecos siempre ha sido un país fiel a España en este terreno”. “España y Marruecos están obligados a trabajar conjuntamente y pueden hacer muchísimo en la lucha contra la migración irregular, narcotráfico y terrorismo y a la hora de garantizar la seguridad en el Mediterráneo”, zanja a NIUS el experto en relaciones hispano-marroquíes y doctor por la Universidad Autónoma de Madrid.