Esta vez no iba a producirse una repetición de lo ocurrido entre los días 17 y 18 de mayo pasado, cuando la inacción de las fuerzas de seguridad marroquíes permitieron la entrada en la ciudad autónoma de Ceuta de unas 10.000 personas. De una manera semejante a aquellas fechas, en las redes sociales corrió el bulo en las últimas horas de que las autoridades españolas permitirían el paso, lo que convocó a centenares de jóvenes –la mayoría de ellos menores- de las comarcas cercanas hasta la localidad de Fnideq –conocida aún por muchos como Castillejos, denominación que le dieron al lugar los españoles- con intención de cruzar la frontera de la ciudad española a través del Tarajal. En esta ocasión, como ha sucedido desde el pasado mes de mayo, las fuerzas de seguridad marroquíes iban a frustrar todos los intentos de aproximación a la verja fronteriza.
Los jóvenes comenzaron a movilizarse en el entorno de Bab Sebta, las últimas urbanizaciones de Fnideq antes de la carretera de acceso a la frontera y el espigón, en torno a la medianoche. Según informaba EFE, los muchachos acudieron a la llamada, publicada en Facebook, desde un perímetro de hasta 40 kilómetros respecto a la localidad fronteriza marroquí. Como en otras ocasiones, se produjo un despliegue de grandes de dimensiones por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes. Fue una noche larga.
Los agentes de las fuerzas auxiliares y la gendarmería marroquí impidieron los accesos a la ruta que conduce a la frontera, formando una barrera a casi tres kilómetros de distancia de la divisioria en el interior de Fnideq. Además, establecieron controles en las carreteras del municipio y prohibieron a los taxis que hicieran carreras rumbo a Castillejos, según recoge EFE.
Del lado español, una vez tuvo noticias de lo que estaba ocurriendo en Castillejos, la Guardia Civil se desplegó de manera preventiva en los aledaños de la verja fronteriza con objeto de evitar que se produjera una situación semejante a la del pasado mes de mayo. Según cálculos del Instituto Armado recogidos por El Faro de Ceuta, han sido unas 300 las personas que han intentado acceder a suelo español desde Marruecos en la última madrugada.
El dispositivo no estuvo exento de incidentes, pues algunos jóvenes lanzaron piedras contra los policías marroquíes y se produjeron choques. Unas escenas de frustración que se asemejaban a las registradas en los días posteriores a la entrada masiva en Ceuta, cuando centenares de chicos marroquíes y subsaharianos vagaban por las calles y zonas verdes del municipio frustrados por no poder intentarlo al menos.
El paso de las horas jugaba a favor de las fuerzas de seguridad marroquíes y la imposibilidad de acercarse siquiera al espigón del Tarajal fue desanimando a los jóvenes. También una veintena de ellos, con el mismo resultado, trató de acceder a aguas de la ciudad autónoma lanzándose al agua. Con idéntico resultado. A primera hora de la mañana la situación era ya de plena normalidad en las calles de Castillejos.
La tentativa frustrada por las fuerzas marroquíes coincide con la declaración del Tribunal General de Justicia de la UE anulando los acuerdos de pesca suscritos entre Bruselas y Rabat que incluyan al Sáhara Occidental. Una decisión que pueden comprometer las relaciones bilaterales entre Marruecos y España, en curso de recuperación camino de los cinco meses desde la crisis migratoria abierta entre los dos países por la hospitalización en España del líder del Frente Polisario Brahim Ghali y de la crisis migratoria en Ceuta.
A tenor de la declaración conjunta emitida a mediodía de este miércoles, por ahora las diplomacias europea y marroquí parecen estar de acuerdo en la necesidad de preservar la “estabilidad de las relaciones comerciales entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos”.
“Seguimos plenamente movilizados para continuar la cooperación entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos, en un clima de serenidad y compromiso, con el fin de consolidar la Asociación de Prosperidad Compartida Euro-Marroquí, lanzada en junio de 2019. Continuaremos trabajando para desarrollar las múltiples dimensiones de esta alianza estratégica, en el mismo espíritu de movilización, coherencia y solidaridad”, zanjaba, aparentemente por el momento, el comunicado suscrito conjuntamente por los departamentos dirigidos por Nasser Bourita y Josep Borrell.
La pandemia y los azares bilaterales mantienen las fronteras terrestres entre Marruecos y España, incluidas las de las ciudades de Ceuta y Melilla con el reino alauita, cerradas desde el 13 de marzo de 2020. El pasado sábado quedaba publicada en el BOE la orden del Ministerio del Interior español que prorroga hasta el 31 de octubre el cierre de las fronteras, “sin perjuicio”, eso sí, “de su eventual modificación”.
Esta misma mañana, representantes de Vox en Ceuta llamaban a mantener cerrada sine die para proteger la ciudad autónoma de posibles “avalanchas”. También este mismo miércoles el ministro de Exteriores español José Manuel Albares se encuentra en Argelia para reunirse con las autoridades locales con el objetivo de garantizar el suministro de gas del país magrebí a España. La visita del titular de Exteriores español se produce un mes después del anuncio por parte de las autoridades argelinas de que no renovarán el contrato del gasoducto Magreb Europa, lo que supone que dejarán de exportar a España esta materia prima a través de Marruecos.
A tenor de lo acordado entre los jefes de la diplomacia de Marruecos y España en una reunión telemática mantenida el pasado 21 de septiembre, pronto debería producirse el primer encuentro de alto nivel entre representantes de los gobiernos de los dos países. De momento, en el Palacio de Santa Cruz se sigue esperando fecha para la cita.