Si el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, ha anunciado en el Parlamento que este verano no habrá 'operación paso del estrecho' (OPE) porque no ha podido prepararse, en Portugal han prohibido el consumo de alcohol en la calle. Los países de nuestro entorno reaccionan a la evolución de la pandemia de coronavirus, temerosos a posibles brotes.
La de este año habría sido la 33 edición de la OPE -operación paso del Estrecho- y es la primera vez que se suspende. Cada año 3 millones y medio de personas viajan desde Europa a Marruecos.
"La operación Marhaba --como se conoce en Marruecos-- es un concepto para el que hay que prepararse desde abril y que necesita coordinación con diversos países. No se trata de un simple paso sino de una animación con actividades culturales y de diversión, así que es evidente y natural que la operación tal como la conocemos no tendrá lugar", ha dicho Nasser Bourita.
Eso sí, el ministro de Exteriores ha distinguido entre la operación en sí y la posibilidad de que los marroquíes que residen en el extranjero vayan a su país en verano, que no se descarta pero que aún depende de cuatro elementos. El primero es que Marruecos abra sus fronteras, que por el momento siguen cerradas.
Los otros tres factores son las medidas de sanitarias que adopten los países de tránsito, la situación sanitaria nacional e internacional y el protocolo sanitario que pondrá en marcha Marruecos para todo el que ingrese en el país.
El protocolo que se aplica, por el momento, a los marroquíes que están siendo repatriados tras estar meses bloqueados en el extranjero, incluye un confinamiento de al menos nueve días y dos test PCR.
Pero no solo Marruecos. La mayoría de países de nuestro entorno se adaptan a la evolución de la pandemia porque los brotes tienen en jaque a media Europa.
En el centro y noroeste de Reino Unido han aumentado los contagios y la situación no mejora tan rápido como lo esperado, con 958 positivos en las útlimas horas.
En Alemania preocupan tres focos, sobre todo el que se ha originado en la empresa carníca en la que el número de trabajadores infectados asciende ya a 1553.
Y en nuestro vecino Portugal, los brotes registrados tras la celebración de fiestas masivas y en residencias de ancianos han obligado a imponer restricciones en Lisboa desde esta medianoche.
En Lisboa se reducen las reuniones de 20 a 10 personas, los comercios deberán cerrar a las 20 de la tarde y se prohíbe el consumo de alcohol en la calle.