La mujer –cuya identidad no se han facilitado- denunció la desaparición de su marido en junio de 2017. Tres días después, la policía de Tokio le informó que el cadáver del hombre, de unos 40 años, había aparecido ahogado en el río Edo. La esposa y dos familiares más identificaron al hombre, según informa el diario The Mainichi.
La sorpresa de la mujer fue mayúscula cuando su marido, hace unas semanas, llamó a su puerta. Los investigadores japoneses han explicado que se confundieron con otro hombre fallecido en las mismas fechas aunque con 10 años menos, unos 30, porque tenían una estatura similar.
Ahora se ha podido aclarar la identidad del hombre que ha aparecido en su casa gracias a sus huellas dactilares.