Manifestantes contra el pasaporte COVID durante una marcha no autorizada que ha derivado en graves disturbios y en el asalto a la sede del principal sindicato italiano. También ha habido manifestaciones en otras ciudades italianas.
Los incidentes han comenzado a la entrada del parque de Villa Borghese y se han reproducido en otros puntos de la capital italiana con lanzamiento de objetos contra la Policía, que ha respondido con bombas de humo y granadas aturdidoras. Al menos tres personas han sido detenidas.
"¡Asesinos!" o "¡Queremos la dimisión de Draghi y Mattarella!", han coreado los manifestantes en referencia al primer ministro Mario Draghi y al presidente Sergio Mattarella, según informa la prensa italiana.
Un grupo de manifestantes ha ocupado la sede nacional de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), cerca de Villa Borghese. El sidincato ha denunciado ya este "asalto fascista" en palabras de su secretario general, Maurizio Landini. "Es un ataque a la democracia y a todo el mundo del trabajo que queremos rechazar. Nadie quiere en devolver nuestro país a los veinte años de fascismo", ha remachado.
La manifestación ha culminado en la calle del Tritón, muy cerca del Palacio Chigi, sede del Gobierno.
"Los dispositivos de orden público están gestionando las distintas manifestaciones en las que se utiliza la violencia con intervenciones proporcionales a las acciones de los manifestantes", ha informado la Policía. "Se han utilizado gases lacrimógenos y bocas de incendio para dispersar a los grupos violentos", ha añadido.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, ha hablado por teléfono con el secretario general de la CGIL para expresarle su solidaridad tras el ataque.
También el primer ministro, Mario Draghi, ha telefoneado a Landini para expresarle a él y a todo el sindicato la plena solidaridad del Gobierno. "Los sindicatos son una defensa fundamental de la democracia y los derechos de los trabajadores. Cualquier intimidación contra ellos es inaceptable y debe ser rechazada con absoluta firmeza", ha apuntado en un comunicado.
Draghi ha aprovechado además para condenar la violencia que se ha producido en otras ciudades italianas. "El derecho a expresar las propias ideas nunca puede degenerar en actos de agresión e intimidación", ha advertido.
En Milán, la Policía ha cargado contra los asistentes a la marcha "No Green Pass" y es ya el tercer sábado consecutivo de enfrentamientos entre manifestantes y policías.