Maduro invita a la UE y a la ONU como observadores en las elecciones
Hoy se celebra la sesión de la Asamblea con dos presidentes
Máxima tensión en Caracas ante la sesión de hoy
El centro de Caracas se militarizó desde antes que saliese el sol, que en esta parte del trópico lo hace siempre en torno a la misma hora, sobre las 6:15 de la mañana, minuto arriba, minuto abajo. Los militares son los encargados de la seguridad del presidente Nicolás Maduro y cada vez que hay un acto público donde está prevista su participación, ponen en marcha su protocolo de control exacerbado.
La cita era de las importantes. Nicolás Maduro ha presentado en la sede de la polémica Asamblea Nacional Constituyente (dentro del Palacio Legislativo), en pleno corazón de la capital venezolana, su “rendición de memoria y cuenta”, obligación pertinente del presidente de la República Bolivariana de Venezuela cada año por estas fechas.
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El presidente debe hacer un balance de la gestión de su gobierno durante el año anterior. En esta ocasión, Maduro no lo tenía fácil. El año 2019 ha sido sin duda uno de los más convulsos de la historia reciente del país caribeño.
Maduro acusa a Estados Unidos de la crisis
Nicolás Maduro ingresó al Palacio Legislativo acompañado de su esposa, Cilia Flores, a la que denominan en los círculos bolivarianos “la Primera Combatiente” (es el contrapeso “antiimperialista” de “Primera Dama”). También le acompañaba Diosdado Cabello, el presidente de la mencionada Asamblea Nacional Constituyente, y varios mandos militares de las Fuerzas Armadas del país. En el patio del Parlamento, un grupo de músicos del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles le esperaron tocando la tradicional “el alma llanera”, un clásico del folclore venezolano.
Y mientras tanto, en la calle, cientos de personas simpatizantes del gobierno recorrían las vías aledañas en una manifestación que terminó en las afueras del Parlamento siguiendo a través de altavoces instalados para la ocasión el discurso del presidente, que duró, aproximadamente, 2 horas y 40 minutos.
En su alocución, Nicolás Maduro evitó nombrar en todo momento al líder opositor Juan Guaidó, aunque se refirió a él en numerosas ocasiones ridiculizando su fracaso tras un año en el que no se ha cumplido nada del mantra que el líder del partido Voluntad Popular prometió a sus seguidores: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Maduro ha señalado a EEUU como responsable del “bloqueo criminal” que sufre Venezuela y que según él ha llevado al país a una crisis económica profunda. Sin embargo, ha reconocido el colapso de los servicios públicos: el agua, la luz, internet, la sanidad o la educación no están garantizadas para casi nadie en un país que ha tenido que aprender a la fuerza a convivir con la escasez de recursos y con que nada funcione con normalidad.
Elecciones este año con observadores internacionales
El líder del chavismo también ha confirmado que el 2020 será el año de las elecciones parlamentarias (así corresponde según la Constitución de la República) y ha invitado a la Unión Europea y a la ONU a que participen en los comicios como observadores internacionales. “Puertas abiertas al acompañamiento internacional. ¡Welcome! ¡Welcome!”, dijo Maduro en su discurso.
Quien no será bien recibida, sin embargo, es la Organización de Estados Americanos (OEA) ni su Secretario General, Luis Almagro, al que el presidente venezolano ha llamado “bandido” y “basura”. “Ni la OEA ni Almagro entran a Venezuela más nunca”, sentenció. Tanto la OEA como Almagro se han caracterizado por ser especialmente críticos con las políticas del dirigente chavista.
Y mientras Maduro daba su discurso a la nación, Venezuela continúa atravesando unos días especialmente convulsos. La Asamblea Nacional permanece en un limbo administrativo con dos diputados opositores, Juan Guaidó y el hasta ahora desconocido Luis Parra, disputándose la legitimidad de su presidencia.
Sesión de la Asamblea Nacional con dos presidentes
Guaidó, que ha vuelto a convocar una sesión ordinaria para el miércoles en el hemiciclo y ha hecho un llamado a la Guardia Nacional Bolivariana, encargada de custodiar la entrada al Parlamento, para que velen por su seguridad, permanecía ajeno a los improperios que el presidente bolivariano lanzaba contra él, asistiendo a la emblemática procesión de la Divina Pastora en el municipio de Barquisimeto, en el interior del país.
Carlos Berrizbeitía, diputado opositor del lado guaidoísta, aseguraba a este diario que mientras su grupo tiene las actas que demuestran que la reelección de Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional para el periodo 2020-2021 fue legítima, los diputados díscolos que apoyaron a Luis Parra, por el contrario, no cuentan con los documentos necesarios que avalen su discurso. “Son traidores de la democracia venezolana. Les compraron su conciencia”, asegura.
De hecho, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano acaba de tomar cartas en el asunto pidiendo a la nueva directiva de la Asamblea Nacional encabezada por Parra, el “informe sobre el acto parlamentario de conformación de la nueva Junta Directiva de la Asamblea Nacional (AN) y el quórum de la sesión, tanto el de instalación como el de la aprobación de la Directiva”. Tienen cinco días para hacerlo. Lo último que este grupo dijo de sus actas es que uno de los diputados afines a Guaidó se las había robado.
Según el politólogo y profesor de la Universidad Metroplitana de Caracas, Guillermo Tell Aveledo, todo este lío parlamentario que sufre el país desde comienzos del año, solo está provocando que “las condiciones en realidad estén bastante estables en el sentido negativo. El gobierno se ha hecho fuerte a pesar de sus dificultades con la administración, para obtener recursos, las sanciones económicas o la mala relación que tiene con el occidente democrático, que se encuentra en su peor momento histórico. Sin embargo, su control del poder local es casi absoluto”.
¿Hasta cuando?, es la pregunta que todos se hacen hoy en Venezuela. ¿Hasta cuando veremos a dos (que se dicen) presidentes disputarse un mismo puesto de mando en el Parlamento nacional? ¿Hasta cuando ese Parlamento permanecerá inútil en la práctica? ¿Hasta cuando continuará la división interna de la oposición? ¿Hasta cuando sufrirán las consecuencias los venezolanos de a pie? ¿Hasta cuando gobernará Nicolás Maduro?