El gobierno de Venezuela ha reaccionado duramente a las acusaciones del fiscal general de EEUU, William Barr, que en la mañana del jueves presentó una acusación penal contra Nicolás Maduro por narcotráfico y terrorismo. Junto a Maduro, han sido acusados otros dirigentes pesados del chavismo entre los que se encuentran el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, el Ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, el vicepresidente económico, Tareck El Aissami, o el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.
Nicolás Maduro, en una alocución vespertina desde el Palacio de Miraflores, llamó “miserable” al presidente de los EEUU, Donald Trump, y señaló que las acusaciones contra él y el resto de dirigentes chavistas de su gobierno son “absolutamente falsas”.
El día trajo otra polémica grave tras las declaraciones del fiscal estadounidense, que además puso precio a cualquier información sobre el presidente chavista. 15 millones de dólares por su cabeza y 10 millones por información y registro sobre el resto de implicados en esta acusación penal.
Tras el anuncio bomba por parte del Departamento de Justicia norteamericano, se desató la controversia en redes tras una entrevista ofrecida por Clíver Alcalá a la radio colombiana W Radio.
Clíver Alcalá fue mayor general del ejército venezolano, actualmente vive en Barranquilla, Colombia, y desertó de las Fuerzas Armadas tras declararse opositor a Nicolás Maduro. Participó además activamente en el intento de magnicidio contra el presidente venezolano el 4 de agosto de 2018.
Su nombre aparece en la lista de los perseguidos por el fiscal de EEUU publicada el jueves, y después de la comparecencia de Barr, Alcalá llamó a la W Radio colombiana para dar una entrevista en exclusiva en la que expuso información de primer nivel.
Desveló un plan perpetrado desde Colombia para derrocar a Maduro en el que habrían intervenido directamente EEUU, él mismo y Juan Guaidó. “Guaidó firmó unos contratos de compra de armas a EEUU. Esas armas iban a ser utilizadas en una operación contra Nicolás Maduro”, aseguró el militar. Y añadió que “Guaidó no sabía cómo se iba a realizar la operación. Lo único que conocía era el objetivo, la finalidad”.
Clíver Alcalá colgó también unos vídeos en su cuenta de Twitter en los que se pregunta porqué el Departamento de Justicia de EEUU le ha metido en la lista negra de perseguidos por la fiscalía. “No hay ninguna asociación. Sólo el haber sido chavista”, dice respondiéndose a sí mismo de una manera inevitablemente retórica.
Este escándalo ha estado en la portada informativa de Venezuela durante toda la jornada y Nicolás Maduro no dudó en referirse duramente a él en su alocución desde el Palacio de Miraflores al final de la jornada. Aparte de llamar “miserable” a Donald Trump, calificó de “extravagantemente extremista” lo anunciado hoy por EEUU, y dijo que desde el gobierno norteamericano actúan “como cowboys racistas del siglo XIX que ponen precio a la cabeza de revolucionarios”.
Continuaba Maduro en un tono amenazante: “estamos dispuestos a enfrentarnos a quien sea en cualquier escenario” Y dijo que, si intentaran algo contra el pueblo de Bolívar, “se desataría la furia bolivariana más grande que jamás hayan visto y que acabaría con todos ustedes”.
Al final de su intervención, Nicolás Maduro señaló que Leopoldo López, que actualmente se encuentra en calidad de invitado en la residencia del Embajador de España en Venezuela, Jesús Silva, tras el intento fallido de golpe contra Maduro el pasado 30 de abril en el que participó activamente, conocía el plan contra él desvelado por Clíver Alcalá a la perfección.
“Se está conspirando desde la Embajada de España”, dijo Maduro refiriéndose a Leopoldo López, y ordenó a la cancillería venezolana y a su máximo representante, Jorge Arreaza, que inicie gestiones con el gobierno de España para alertarle de la situación e informarle de que se están usando sus instalaciones para acciones terroristas.
“Que tome cartas en el asunto porque desde su Embajada en Caracas se está conspirando para matar a líderes políticos y militares de Venezuela”, sentenció, textualmente, el mandatario chavista.
El reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, entre ellos EEUU, no hizo mención sobre la acusación de Alcalá que le implicaría directamente en la compra de un cargamento de armas y fusiles de asalto a EEUU para perpetrar una operación contra Nicolás Maduro en Venezuela.
Por el contrario, sí sacó un comunicado en el que se refería a los delitos de narcotráfico y terrorismo contra Maduro decretados por la fiscalía estadounidense.
“Estos delincuentes son los culpables de que hoy Venezuela sufra una de las peores crisis humanitarias en la historia de la región, convirtiéndonos en el país que está peor preparado para enfrentar al coronavirus. Quienes debían trabajar para el pueblo tienen años dedicados a la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo”.
Termina su comunicado reafirmando que hay que “aumentar la presión hasta desmantelar al Estado Usurpador Criminal” y que hará todo lo que haga falta para “ser libres y proteger al pueblo venezolano”.