Desde la fiscalía de Milán llegaban en la mañana del martes a España para interrogar a Hugo ‘el Pollo’ Carvajal, el exjefe de los servicios secretos venezolanos, colaborador primero de Hugo Chavez y después de Nicolás Maduro. Lo hacían en el marco de una investigación, llevada a cabo por los fiscales Cristiana Roveda y Maurizio Romanelli, tras las declaraciones que han emergido en las últimas semanas que señalaban que, al igual que Podemos podría verse implicada en irregularidades en la financiación del partido, vinculadas al gobierno venezolano, el Movimiento Cinco Estrellas italiano habría recibido fondos de la misma manera. Estas posibles implicaciones del partido italiano aparecen en el contexto de un complejo caso de justicia internacional a través del cual, el apodado ‘el Pollo’, estaría ofreciendo información sensible sobre el Gobierno de Venezuela para evitar ser extraditado desde España, donde se encuentra detenido, tras la petición de extradición de EE.UU que lo acusa de narcotráfico.
La fiscalía italiana se movilizó presencialmente a Madrid, a la Audiencia Nacional, demostrando así la importancia que da a la investigación surgida tras las declaraciones de ‘el Pollo’, divulgadas por la prensa, que llegaron a oídos de la justicia italiana generando un gran revuelo.
Según las escuetas declaraciones a la salida del interrogatorio, que ha durado más de una hora, se encuentran satisfechos, aunque nada de lo allí declarado ha trascendido por secreto de sumario. Se investiga si la recepción de 3,5 millones de euros del gobierno venezolano al M5S puede, además, suponer un punto de partida para otras transacciones de dinero para la financiación secreta del partido del mismo tipo a lo largo de estos años.
Las acusaciones que emergen de las declaraciones de ‘el Pollo’ señalaban la recepción de esa cantidad en el año 2010 al fundador del M5S, junto al cómico Beppe Grillo, Gianroberto Casaleggio, el que llamaban el gurú en la sombra de la formación y que, hasta su muerte en 2016, había sido una de las personas fundamentales en la organización, tanto a nivel organizativo, como de poder y repercusión social. El sistema utilizado, que vincula a Casaleggio con el sistema supuestamente análogo de Podemos para recibir fondos venezolanos, consiste en la que llaman la “valija diplomática” un modo de recibir fondos en las embajadas eludiendo controles.
Poco queda del partido “outsider” que en 2010 era el M5S, en estos 11 años han llegado a la primera línea de la política italiana y han tenido a uno de los suyos, Giuseppe Conte, como primer ministro en dos Gobiernos sucesivos, aunque su poder se ha visto disminuido recientemente con la pérdida de hasta 8 millones de votos.
La pretensión de la fiscalía italiana era poder interrogarlo estando en España, ya que goza de buenas comunicaciones con sus homólogos españoles, antes de la posible extradición a EE.UU prorrogada en estos momentos. El Ministerio de Interior ha denegado el asilo y la Audiencia Nacional aprobó su extradición, pero ahora está paralizada antes de que EE.UU garantice los derechos del acusado, tal y como ha pedido España.
La fiscalía de Milán intenta arrojar luz sobre las acusaciones de Casareggio. En su defensa ha salido su hijo, Davide Casaleggio, que ha interpuesto una denuncia por difamación. Considerado el protagonista un personaje curioso, que se emperró en llevar su visión de la democracia, que tendría que ser directa a través de los canales telemáticos disponibles para los ciudadanos y que renegaba, antes que nada, de la política tradicional. De él decían, que era idealista y ecologista, pero también un hombre vengativo, desterraba la idea de la izquierda y la derecha en su partido y se peleó hasta el final para mantener el secreto de la enfermedad que se lo llevó en 2016.