Italia permanece conmocionada por la trágica muerte de la italiana Luana D'Orazio, una joven que tenía solo tenía solo 22 años y que perdió la vida mientras trabajaba en una fábrica textil de Montemurlo, localidad de la provincia italiana de Prato.
Madre soltera, con un niño de 5 años, D'Orazio, que soñaba con ser actriz y en los últimos años había dedicado todo su esfuerzo a forjar su independencia en busca de ese deseo, hoy se ha convertido en todo un símbolo de todas esa dificultades que enfrentan hoy los jóvenes en el país: la precariedad laboral; las dificultades para encontrar empleo; o los obstáculos para conseguir independizarse y, en definitiva, dar comienzo a una nueva vida.
Además, más allá, su muerte, que se produjo el pasado lunes 3 de mayo, ha visibilizado en el país un drama que para muchos debería ser ya un fantasma de otra era: las llamadas "muertes blancas"; es decir, la forma en la que muchos en el país denominan a las muertes en el ámbito laboral; en el puesto de trabajo.
Hoy, como informa el medio italiano la Repubblica, en las calles ya le han dedicado hasta un mural con su rostro en su recuerdo: "Luana, una trabajadora textil, asesinada 22 años después del capitalismo", denuncian algunos desde Facebook.
Luana D'Orazio murió cuando se encontraba en su puesto de trabajo, desempeñando su labor en la fábrica textil en el turno de mañana.
Según la investigación, la joven, en un aciago instante pudo sufrir un trágico accidente al quedarse enganchada a una máquina tejedora cuando se encontraba de espaldas. Empujada hacia ella y arrastrada bajo un rodillo, acabó siendo succionada.
Según la autopsia, de la que se hace eco el medio italiano Corrirere, murió instantáneamente por fracturas torácico-pulmonares muy graves.
Por el momento, la investigación sigue su curso, pues se barajan distintas hipótesis que hayan podido propiciar el terrible accidente. Una de ellas es la posibilidad de que, fruto de una negligencia, no se hubiese cerrado un portón establecido como sistema de separación para proteger al trabajador.
No obstante, también se contempla la posibilidad de un mal funcionamiento en la máquina textil, que debería haberse bloqueado automáticamente al detectar que algo entorpecía su correcto funcionamiento.
Por el momento, se investiga por un posible homicidio imprudente a Mario Cusimano y Luana Coppini, responsables de la empresa textil donde Luana trabajaba, y quienes hoy dicen sentirse parte de la tragedia, lamentando profundamente su fallecimiento.
"La muerte de Luana es una tragedia para nosortos también. Mi hijo, mi esposo y yo trabajamos en las mismas máquinas", ha contado Coppini a la Repubblica.