El gobierno de Boris Johnson ha lanzado la mayor campaña publicitaria de la historia de Reino Unido. 'Get ready for Brexit' (Prepárense para el Brexit) se ha creado para dar respuesta a todas las dudas de ciudadanos y empresas de cara a la salida de la UE, prevista para el 31 de octubre. Michael Gove, número dos del primer ministro británico y ministro encargado de gestionar un Brexit duro, ha sido el encargado de lanzar esta campaña informativa, cuyo lema empapelará vallas publicitarias y acaparará páginas de periódicos, anuncios en televisión, radio e internet.
La campaña, financiada con el dinero de los contribuyentes, cuenta con un presupuesto de 100 millones de libras, unos 110 millones de euros. Es el doble de lo que invierte en publicidad la Lotería Nacional británica, cada año, y algo más de lo que se ha gastado, por ejemplo, Amazon en anunciarse en todo 2018. El gobierno de Reino Unido ha creado, además, una página web: gov.uk/brexit, donde se pueden consultar todas las dudas.
La página web gov.uk/brexit es una herramienta dirigida a los ciudadanos y empresas de cara al Brexit. El gobierno quiere que todos accedan a ella para informarse, para resolver dudas y, también, para que puedan pedir consejo. Entre el público al que va dirigido: ciudadanos británicos que viajen a cualquier país de la UE y empresas que se dediquen a la exportación. Quienes viajen fuera de Reino Unido deberán tener el pasaporte en regla y deberían contratar un seguro médico, ya que no tendrían la cobertura sanitaria, como hasta ahora, en el resto de países miembros. A los empresarios les instan, entre otras cosas, a comprobar si tienen todos los permisos necesarios. Para Michael Gove, salir de la Unión Europea de forma ordenada "no es solo un asunto de importancia nacional, sino de responsabilidad compartida"
Según fuentes de Downing Street, el lema inicial de la campaña era 'Take back control' (Recuperad el control), el mismo que los partidarios de abandonar la Unión Europea utilizaron en la campaña del referéndum de 2016. Pero algunos miembros del ejecutivo lo consideraron provocativo, ya que daba a entender que no se iban a hacer más esfuerzos de cara a una salida de la UE pactada con Bruselas. La campaña durará algo más de dos meses. Algunos grupos proeuropeos denuncian que el gobierno está usando fondos públicos para esta campaña, que beneficiaría, dicen, al Partido Conservador de cara a las próximas elecciones.