Un tribunal italiano ha dejado en libertad provisional a dos de los tres acusados teleférico en Stresa (en la región de Piamonte, en el norte del país) que costó la vida a 14 personas, entre ellas una familia de cinco israelíes.
Solo el responsable del servicio del teleférico, Gabriele Tadini, se encuentra ahora bajo arresto domiciliario. Tadini ha asegurado a los investigadores que "toda la culpa es suya" y "ahora le toca hacer las paces con Dios". Asimismo, Tadini ha asegurado que "nunca jamás habría pensado que pudiera ocurrir" la rotura del cable que desembocó en la tragedia.
Junto a él también habían sido acusados al gerente del teleférico de Mottarone, Luigi Nerini, y al gerente operativo, Enrico Perocchio, a quienes la jueza de instrucción Donatella Banci Buonamici ha dejado en libertad por una "falta total de pruebas".
Por contra, la jueza se ha mostrado crítica con Tadini, acusado de desactivar mecanismos que habrían impedido la tragedia, y de quien ha estimado que, a pesar de su confesión, parece "ser incapaz de comprender la gravedad de su propia conducta".
Los detenidos supuestamente habían justificado sus acciones en el perjuicio económico que habría implicado interrumpir el servicio de teleférico, que 'a priori' habría permanecido parado durante un largo periodo de tiempo en caso de haberse llevado a cabo las reparaciones que eran necesarias para que todas las partes del sistema funcionasen correctamente.
La pista del error humano era la principal hipótesis que barajaban los investigadores para explicar por qué la cabina cayó al vacío unos 20 metros. Los expertos habían detectado un posible problema con el sistema de frenos que los detenidos no solo han corroborado sino que habrían atribuido a una decisión empresarial.
Así, la fiscal Olimpia Bossi ha apuntado la posible manipulación de una de las horquillas del sistema de frenado, aparentemente para evitar el bloqueo del teleférico y porque había problemas que requerían de una reparación más profunda que habría supuesto interrumpir el servicio.
Un responsable policial, Alberto Cicocgnani, ha asegurado en una entrevista radiofónica que los tres detenidos ya han admitido que manipularon el sistema y desactivaron el freno de emergencia de forma voluntaria. Según su versión, llamaron a mantenimiento en un primer momento, pero solo resolvió el problema "parcialmente" por lo que, "para evitar nuevas interrupciones", optaron por dejar la horquilla que separa las zapatas de freno.