Las prisas por escapar le jugaron una mala pasada a un ladrón en Los Ángeles, Estados Unidos. Su huida fue de todo menos discreta, porque al intentar salir de una tienda de bebidas en la que estaba robando, se quedó atrapado en la verja.
Su mala pata fue tal que hasta tuvo que acudir la policía, que tuvo que tirar de él para tratar de liberarlo. Uno a uno fueron llegando más agentes para unirse al angustioso rescate. Hicieron fuerza para sacarlo, le volvieron a tirar del brazo y después de muchos intentos consiguieron sacarlo y, por fin, esposarlo en el suelo por su estrepitoso robo fallido.