Las erupciones han sido una amenaza inminente desde que el volcán Kilauea, en Hawái, uno de los volcanes más activos del mundo, entró en erupción hace casi dos semanas.
Se esperan más explosiones y más fuertes, según ha advertido el USGS. Estas explosiones impulsadas por vapor podrían producir una nube de ceniza de hasta 6.100 metros por encima del cráter, lanzando rocas de entre 10 y 12 toneladas a hasta 800 metros.
Este tipo de erupción puede cubrir la Isla Grande en cenizas mucho más gruesas que las actuales y posiblemente diseminar el polvo y el humo volcánico a través de las islas hawaianas y más allá si entra en la estratosfera.
"Esta mañana se encontraron bloques balísticos densos de hasta 60 centímetros de ancho en el estacionamiento a unos cientos de metros de Halemaumau (el cráter de Kilaue", ha informado el USGS en un comunicado. "Estos reflejan las explosiones más energéticas observadas hasta ahora y podrán reflejar el inicio de la actividad explosiva impulsada por el vapor", ha añadido.
Un terremoto de magnitud 4,2 grados en el volcán provocó que las autoridades emitieran una alerta para tranquilizar a los residentes de Isla Grande de que no había riesgo de tsunami por la actividad volcánica.
La lava ha estallado 21 fisuras y se ha propagado a través de urbanizaciones y tierras de cultivo, amenazando dos carreteras que son rutas de salida para las zonas costeras.
Varias fisuras han lanzado lava al aire este miércoles, pero solo ha avanzado 100 metros hacia la carretera costera, según ha informado la Defensa Civil del Condado de Hawái en un comunicado.