La líder peruana de la oposición, Keiko Fujimori, hija del dictador peruano Alberto Fujimori, salió este viernes 29 de noviembre de la cárcel, tras más de un año presa en espera de un juicio, por acusaciones de corrupción al presuntamente haber aceptado contribuciones ilegales para su campaña de la empresa de construcción brasileña Odebrecht. Fujimori, líder del poderoso partido derechista Fuerza Popular, salió de la prisión del distrito de Chorrillos de la capital, Lima.
Fujimori fue recibida por su esposo con flores y globos. Otros partidarios llevaban las pancartas naranjas de su partido político. Ha sido puesta en libertad por orden del Tribunal Constitucional peruano, que ordenó su liberación el lunes. Los fiscales alegan que dirigió una organización criminal y recibió millones de dólares de Odebrecht, que está en el centro de un escándalo de corrupción en toda la región. Fujimori niega las acusaciones.
Su liberación se produce cuando Perú se prepara para elecciones legislativas en enero, después de que el presidente Martín Vizcarra disolviera el Congreso en medio de una batalla con los legisladores de la oposición por su campaña anticorrupción. El partido de Keiko Fujimori tenía mayoría en el Congreso antes de su disolución. El escándalo de gran alcance de Odebrecht se ha extendido por la política peruana. A principios de este año, el expresidente Alan García se suicidó para evitar ser arrestado en la investigación.
Varios otros expresidentes también están en el foco. Fujimori, quien aún enfrenta un eventual juicio por las acusaciones de corrupción, dijo que continuaría cooperando con el poder judicial peruano. Agregó que buscaría pasar tiempo con su familia antes de tomar decisiones sobre cualquier otro plan.