Juan Guaidó se dio a conocer al mundo el pasado 5 de enero, cuando la Asamblea Nacional, controlada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora--, lo designó como su nuevo presidente.
El encarcelamiento de Leopoldo López, el máximo líder de Voluntad Popular, detenido en 2014 y condenado a casi 14 años de cárcel por incitar a la violencia en las revueltas opositoras de ese año, facilitó la irrupción de Guaidó, que ha tenido un ascenso meteórico dentro de su partido.
El político, originario del estado venezolano de Vargas (norte) es miembro fundador de la formación naranja, donde comenzó como un militante de base.
Su oportunidad llegó gracias al frágil equilibrio de poder que mantienen la veintena de partidos políticos que integran la MUD, que exigía que la Presidencia de la Asamblea Nacional recayera sobre Voluntad Popular, sin apenas líderes visibles.
Guaidó captó la atención mediática con su discurso de toma de posesión, en el que avisó a Maduro de que, si seguía adelante con su segundo mandato, que inició el 10 de enero sería considerado un "usurpador". El ingeniero industrial hizo un llamamiento directo a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), uno de los pilares del edificio 'chavista', para dar un golpe militar y ayudaran a tumbar al Gobierno.
Ser ya una cara conocida le pasó factura el 13 de enero, cuando agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) le interceptaron y retuvieron en la autopista Caracas-La Guaira cuando se desplazaba hacia Caraballeda para asistir a un cabildo.
Fue liberado en apenas media hora en medio de una sonada crítica que incluso llevó a Maduro a pedir perdón por este "error" y a anunciar sanciones contra los agentes del SEBIN responsables. "Ya estoy en mi cuna, en mi estado Vargas. El régimen pretendió detenerme, pero nada ni nadie nos detendrá", contó él mismo en Twitter.
Se consolidó como líder de la oposición venezolana a raíz de la toma de posesión de Maduro, cuando la Asamblea Nacional aprobó una resolución en la que definió al mandatario 'chavista' como "usurpador" del cargo y se arrogó el Poder Ejecutivo, en lo que desde fuera se interpretó como el primer paso para asignar la Presidencia a Guaidó.
Hasta ahora, ni la Asamblea Nacional ni Guaidó ni nadie en la comunidad internacional se había atrevido a señalarle directamente como nuevo presidente de Venezuela. A juzgar por los hechos, esperaba al 23 de enero, fecha de gran valor simbólico para los venezolanos porque fue cuando en 1958 cayó el régimen del general Marcos Pérez Jiménez.