Caos en el Reino Unido: Johnson adelanta su vuelta de Nueva York y estará en la reapertura del Parlamento

  • Esta mañana se reabre el Parlamento británico tras la sentencia del Tribunal Supremo

  • Nadie se atreve a predecir que pasará en la sesión del Parlamento

  • Los laboristas intentarán forzar una moción de censura

Tras dos semanas en las que los únicos que han recorrido los pasillos del Palacio de Westminster han sido los turistas, hoy el Parlamento reabre oficialmente sus puertas. A las 12.30 hora española (11.30 am hora local) los diputados volverán a llenar la Cámara de los Comunes en una sesión que promete ser muy bronca y en la que se espera que se sucedan llamamientos pidiendo la dimisión de Boris Johnson.

Un Primer Ministro que ha abandonado la Asamblea de la ONU en Nueva York antes de lo previsto para abordar el caos que tiene en casa, tras la decisión del Tribunal Supremo de declarar “ilegal” la orden de suspender el Parlamento durante cinco semanas.

Johnson estará en Westminster

“Después de años mintiendo a las mujeres de su vida, hay algo casi de justicia poética en el hecho de que se enfrente a la sospecha de haber engañado a Isabel II y que además finalmente lo hayan puesto a raya tres mujeres: Lady Hale (Presidenta del Supremo), la empresaria Gina Miller y la diputada escocesa Joanna Cherry”, dice el periodista británico Paul Waugh. Estas dos últimas son las que interpusieron sendas demandas por el cierre de la institución.

En las últimas horas, Downing street ha confirmado que Boris Johnson ha llamado a la Reina desde Estados Unidos, aunque no ha trascendido si le ha pedido perdón por haberla puesto en una situación tan comprometida.

Este contundente veredicto sin precedentes, al que han llegado a la conclusión por unanimidad los once magistrados de la máxima instancia judicial del país, manda un poderoso mensaje a Johnson y a su Gobierno, y pone en peligro la supervivencia de ambos. ¿Batirá el récord de convertirse en el mandatario británico más breve? “Hay un lugar especial en la Historia esperándole, Primer Ministro”. Es el titular de portada del periódico Daily Mirror que completa la página con las fotografías de los líderes que menos tiempo han aguantado. George Canning gobernó en 1827 durante 110 días; Boris en este momento lleva 63 días.

Revista de prensa

“Cualquier primer ministro con una pizca de respeto por la democracia británica y las responsabilidades de su puesto dimitiría”, dice el Financial Times, mientras que el Guardian opina que “un primer ministro con honor ofrecería su cargo. Pero el señor Johnson no tiene honor ni vergüenza”. Sin embargo, la prensa pro Brexit manifiesta hoy su frustración por la decisión del Supremo con titulares como “¿Quién dirige el Reino Unido?” (Daily Mail); “Serás legal (en referencia a la Presienta del tribunal) pero no nos gustas” (Sun) o “¿Ilegal? Lo que es legal es negar el Brexit a 17,4 millones de votantes”, ironiza el Daily Express.

Otra figura que ha salido mal parada tras esta histórica sentencia es el Fiscal General del Estado, Geoffrey Cox, que según una filtración a la cadena de televisión SkyNews, dijo que “suspender el Parlamento era legal y que cualquiera que disputase ese argumento lo haría por razones políticas”. Según la ex Ministra del Gobierno de Johnson, Amber Rudd, este no consultó a su gabinete sobre las implicaciones legales de cerrar la institución, un plan que, según ella, fue del polémico jefe de Gabinete, Dominic Cummings. Rudd, que dimitió el pasado 7 de septiembre, ha sugerido que Boris “lo despida”.

Moción de censura

¿Podrá el líder laborista, Jeremy Corbyn, explotar la situación embarazosa en la que se ha metido Johnson? La oposición tiene muchas ganas de plantear una moción de censura, pero no se espera que sea hoy. Está dividida y las cuentas no salen. Corbyn quiere esperar a estar seguro de que puede ganar dicha votación. Y no se fía de Boris. Cree que aún existe una posibilidad de que el Primer Ministro encuentre una manera de torear la ley y sacar al país el próximo 31 de octubre sin un acuerdo. Por ello, aunque unas elecciones son solo cuestión de tiempo, la oposición no las quiere hasta después de que desaparezca la amenaza de una salida abrupta.

Mientras tanto, la cuenta atrás continúa. Quedan 36 días para que venza la prórroga concedida por la Unión Europea y no se descartan más sorpresas… Hoy no se celebrará la tradicional sesión de control al Primer Ministro de los miércoles, pero habrá debate. La estrategia de la oposición a corto plazo es poner presión a Boris Johnson y hacerle la vida imposible para acabar precipitando su caída.

Un día más, es difícil predecir los próximos acontecimientos. Y es que, como ha dicho Amber Rudd, “cada semana que pasa no parece que la cosa pueda ir a peor, pero al final va a peor”.