Quedan 24 días para que acabe el año y para que el Reino Unido salga definitivamente de la Unión Europea. Y todavía no hay acuerdo a la vista. Tras una conversación de una hora y media y en un intento de desbloquear esta situación, el Primer Ministro británico, Boris Johnson, y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen han acordado reunirse en Bruselas esta semana.
En un comunicado conjunto que ambos han colgado en sus respectivas cuentas de Twitter han reconocido que continúa habiendo “diferencias significativas” en tres temas que llevan ya tiempo encallando las negociaciones: la política de competencia (la UE pide al Reino Unido que siga las reglas pertinentes sobre subsidios a empresas británicas para que eso no suponga una desventaja para las compañías europeas); la gobernanza (si se llega a un acuerdo quién lo controlará) y la pesca en aguas británicas.
“Hemos pedido a nuestros negociadores jefe (Michel Barnier y David Frost) y a sus equipos que preparen un resumen de las diferencias restantes” para abordarlas durante un encuentro cara a cara. Como el jueves está prevista una cumbre de líderes europeos en Bruselas, se cree que la cita entre Johnson y von der Leyen podría celebrarse el miércoles o el viernes.
Después de meses de negociaciones técnicas, especialmente intensas estos últimos días, algunos creen que ahora la única opción es que se eleven a un nivel político.
El Partido Laborista ha criticado que el Primer Ministro “no se haya involucrado más en esas negociaciones hace meses en lugar de dejarlo para el último minuto”.
El periódico pro Brexit, Daily Telegraph, describe el viaje del líder conservador como una “misión”, mientras que otro de los diarios aliados del Ejecutivo tory, el Daily Express, como “confrontación en Bruselas”.
¿Una disputa resuelta?
Una cuestión que también ponía en peligro estas negociaciones es la polémica Ley del Mercado Interno que se está tramitando en este momento en el Parlamento. Este lunes, poco antes de la conversación entre ambos líderes, el Gobierno británico parecía dar su brazo a torcer ofreciendo retirar una parte de dicha legislación, que invalidaba el acuerdo de salida de la UE firmado por ambas partes, y que suponía una violación del Derecho Internacional.
En un comunicado, el Ejecutivo de Boris Johnson ha dicho que estaría dispuesto a retirar el punto relativo a “las declaraciones de exportaciones" y "desactivar" los que se refieren a las ayudas del Estado, "para que puedan ser usados solo cuando sea conforme a los derechos y obligaciones de Reino Unido en virtud del Derecho Internacional".
Sin embargo, el lunes por la noche la Cámara de los Comunes, en la que el Gobierno cuenta con mayoría absoluta, votó a favor de incluir de nuevo dichas cláusulas que la Cámara de los Lores había rechazado previamente.
Reclamaciones de los empresarios
Hace semanas que se emiten cuñas de radio y que se han colocado anuncios en la prensa y en la calle pidiendo a los negocios que se preparen ante la inminente salida de la UE. El problema es que los empresarios saben bien que las reglas van a cambiar, pero desconocen cuáles van a ser estas reglas.
El Presidente de la Cámara de Comercio británica, Adam Marshall, pide al Gobierno “que sea tan claro y preciso como sea posible a la hora de dar información a las compañías” en las próximas semanas para minimizar el impacto de la salida, tanto si hay acuerdo como si finalmente no lo hubiera.
Tras meses de transición, las reglas actuales desaparecerán el próximo 1 de enero. Lo que sigue sin estar claro cuatro años y medio después del referéndum es exactamente cómo se va a “desenchufar” de la UE. Los próximos días van a ser clave para el cierre de un capítulo y la apertura de uno nuevo.
“El escenario está preparado, la orquesta está tocando y el foco que iluminará a los principales actores se está ajustando. Pero mientras Boris Johnson y Ursula von der Leyen se preparan para su primera reunión cara a cara sobre el acuerdo comercial del Brexit, este encuentro promete ser una comedia musical navideña que está por ver si le funciona a Boris Johnson”, asegura el analista político, Paul Waugh, en su blog ‘The Waugh Zone’.