Los niños huérfanos de Masaka Kids Africana nos enseñaron a bailar en lo peor de la pandemia peor de la pandemia con Jerusalema con su ritmo optimista. Ahora los pequeños, que viven en una aldea de Uganda vuelven con una nueva coreografía que nos ofrecen como una vacuna de optimismo mundial.
Ahora, estos niños, que viven en Masaka Kids Africa buscan lo mismo con sus movimientos ondulantes y su gracia al ritmo de la canción de la española de origen etíope Nadlyn. Recordarnos la realidad de África.
El pequeño Prince y sus amigos siguen juntos en el orfanato de la aldea ugandesa...bailando. La fama no se les ha subido a la cabeza, a pesar del éxito de Let's go to School.
Gracias a ese exitazo le han llegado donaciones y ahora sueñan con un futuro. Van a la escuela cada día... aunque sea sin zapatos y mal vestidos, pero quizá con este puedan mejorar algo más recordando la realidad de África.
A su corta saben lo que es pasar hambre, perder a los tuyos, sortear las balas y las enfermedades. Aunque parecen felices, lo de estos niños es mucho más que lecciones de baile.