Sandusky, que tiene 68 años, probablemente pasará el resto de su vida en la cárcel porque, según ha indicado el juez John Cleland, no tendrá la posibilidad de solicitar la libertad condicional hasta que haya cumplido 30 años de prisión. Sus abogados disponen de diez días para apelar la sentencia.
Una de las víctimas ha declarado en el tribunal que la sentencia "nunca borrará" lo que le hizo Sandusky, mientras que éste ha reiterado que no cometió esos "actos repugnantes" de los que fue acusado, según ha informado la cadena CNN.
Tras conocer la sentencia, el presidente de la Universidad de Pensilvania ha leído un comunicado en el que ha expresado su deseo de que al menos ofrezca "consuelo" a quienes sufrieron los abusos y les ayude a "continuar recorriendo el camino hacia su recuperación".
Sandusky defendió su inocencia este lunes a través de una declaración grabada en la que insistió en que fue acusado falsamente. Afirmó que el juez había iniciado el juicio apresuradamente, que las víctimas habían conspirado entre sí y que el objetivo de los abogados era obtener prestigio para ganar más dinero en futuros juicios.
El abogado de otra de las víctimas ha instado a Sandusky a admitir su culpa porque eso es "crucial" para que los afectados puedan empezar a recuperarse.
Marci Hamilton, que representa a Travis Weaver, un hombre que afirma que Sandusky abusó de él en repetidas ocasiones cuando era menor y que lo denunció por lo civil, ha señalado que este caso demuestra una vez más que los pederastas suelen tratar de justificar sus acciones.
"Suelen creer que no han hecho nada malo. En su mente retorcida, piensan que ayudaron a sus víctimas y que las querían", ha explicado.
Ha pasado casi un año desde que surgió el escándalo, que motivó el despido del conocido entrenador de fútbol americano Joe Paterno, primer entrenador del equipo, y la destitución del entonces presidente de la Universidad de Pensilvania, Graham Spanier, entre otros, por ocultar los hechos.
Un jurado determinó en junio que Sandusky aprovechó su presencia en la universidad y su fundación para ayudar a jóvenes desfavorecidos para cometer los abusos.