James Major engatusó a su hijo para ingerir un zumo en el que previamente había disuelto una serie de sedantes y drogas utilizadas como tratamiento para la adicción a la heroína y darle en una botella una muestra de orina. Después, amenazó con romperle las piernas si le contaba a alguien lo que le había hecho hacer.
Sin embargo, el plan de James Major fracasó cuando el menor ingresó en el hospital tras quedar aturdido por el cóctel de drogas y caerse por las escaleras. El niño no recuperó la consciencia hasta que llegó al centro médico y varios días después continuó con un estado de malestar, según GrimsbyLive.
El hombre quería la muestra de orina de su hijo, negativa en opiáceos y cocaína, para conseguir un tratamiento, pero ante el estado de su hijo, confesó todo a la madre del menor.
Durante el juicio, el juez le acusó de haber mentido a su madre y la Policía en un primer momento poniendo en riesgo la vida del niño. "Los efectos de las drogas eran potencialmente mortales y Major trató de encubrir lo 'despreciable' que había hecho mintiéndole a su madre y a la Policía", dijo el juez John Thackray QC.
El hombre ha sido sentenciado a cuatro años de prisión en el Tribunal de la Corona de Grimsb por poner en riesgo la vida de su hijo. El 3 de diciembre, ya se le condenó por maltrato infantil.
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