Estados Unidos, en shock tras el cese del director del FBI
El presidente de Estados Unidos cesaba de forma fulminante al director del FBI, James Comey, por carta mientras él viajaba a Los Angeles.
Según la carta del presidente de Estados Unidos, cesa a Comey porque “Es esencial que encontremos un nuevo liderazgo para que el FBI restablezca la confianza pública en su vital misión de cumplimiento de la ley.” En la misma misiva, Trump asegura que Comey le ha dicho en hasta tres diferentes ocasiones que “él no estaba siendo investigado”.
La Casa Blanca argumenta que cesa a Comey cuatro meses después de confirmarle en el cargo porque aparentemente mintió el lunes pasado sobre la investigación que el FBI tiene abierta del servidor personal de Hillary Clinton y los mails con información clasificada que podría haber enviado desde dicho servidor.
Además, el FBI lleva una investigación sobre la posible relación entre algunos asesores de la campaña presidencial de Donald Trump y Rusia. Se investiga cuál habría sido el papel de Rusia para interferir en el resultado final de la campaña electoral estadounidense. Estas investigaciones del FBI provocaron, por ejemplo, el cese de uno de los asesores más cercanos de Trump, su asesor en materia de seguridad nacional, el general Flynn.
La figura de Comey siempre ha sido controvertida. El todopoderoso director del FBI se había convertido en una estrella mediática y aparecía de forma regular en los programas de televisión hablando de las investigaciones secretas en curso que estaba llevando la agencia. Algo que demócratas y republicanos han visto siempre como muy peligroso. Pero no es menos cierto, que, al tener dos investigaciones abiertas que en teoría afectan a posibles escándalos de ambos partidos, Comey había podido defender su posición.
La semana pasada era la propia Hillary Clinton quien acusaba a Comey de ser la causa directa de que ella perdiera las elecciones del pasado 8 de noviembre. A ello respondió a través de twitter el propio Donald Trump que “Hillary Clinton le debía todo a Comey”. Desde ayer, Trump comparte la misma opinión que Clinton sobre Comey y, aparentemente le cesa porque en la comparecencia de Comey este lunes en el Capitolio mintió sobre la investigación que se estaba llevando a cabo sobre Clinton.
Pero la razón que da la Casa Blanca no convence ni a los demócratas ni a los republicanos de “pata negra (en contra de Donald Trump desde que ganara en las primarias), que consideran que el cese se debe al cerco que el FBI estaría haciendo al entorno más cercano de Trump y su relación con agentes rusos. Pero a nadie se le olvida que Comey era un hombre de Obama, y que el FBI como el resto de agencias de Inteligencia de Estados Unidos se han convertido en un gigante queso gruyere de filtraciones de todo tipo y condición.
Los medios de comunicación hablan de un nuevo “watergate”. De hecho, desde que Nixon hizo lo propio con su director del FBI, no había sucedido nada igual en éste país. Y nadie entiende el “momento” elegido para el cese de Comey, aunque en realidad es un hombre considerado un traidor por todas las partes implicadas.
A partir de ahora, Trump tiene que nombrar a un nuevo director de la Agencia de Inteligencia, que, según él mismo ha dicho en Twitter “será una persona que hará un gran trabajo y devolverá el prestigio al FBI”.