Roberto Gualtieri dijo en su acto de apertura de campaña, donde lo acompañaba Ada Colau, que había venido para mostrarle su apoyo, que en Roma los temas del debate electoral eran los mismos que hace veinte años: la basura, los baches y el transporte público. Las urnas le han dado la victoria en la segunda vuelta, celebrada en la jornada del domingo y del lunes por la mañana, y han confirmado que la capital tendrá un gobierno progresista.
La corriente de gobiernos de izquierda se alarga en las grandes ciudades Italianas y a las victorias en la primera vuelta en Milán, Nápoles y Bolonia se han sumado la ya citada capital y Turín, de ambas alcaldías salen dos mujeres de los Cinco Estrellas que gobernaban hasta el momento. Una señal más de la caída estrepitosa del partido populista que nació para luchar contra “la casta” y al que el PD le está recuperando terreno y votantes.
Los datos con el escrutinio casi finalizado en Roma son del 60,1% para Gualtieri y 39,9% para Michetti, el candidato de centro derecha y la apuesta directa de Giorgia Meloni. El exeuroparlamentario, exministro de Economía y futuro alcalde celebraba esta tarde en el centro de Roma con el calor de sus seguidores, la música alta y el slogan de que lo primero que hará en su nuevo cargo será “limpiar Roma”.
En Turín el candidato ganador del centro izquierda, Stefano Lo Russo, se lleva un 59,2% mientras el contrincante conservador, Paolo Damilano, se queda con un 40,8%. Ambos resultados avalan una caída del populismo y una apuesta por la socialdemocracia en Italia. Emanuele Felice, profesor de política económica de la Universidad de Pescara, lo define para NIUS como “la recuperación de la sintonía entre los votantes y los partidos de izquierdas”. Añade Felice que estos votos reafirman la decisión de la socialdemocracia de presentarse aunando cuantos más partidos posibles. El candidato ganador en Roma tenía detrás siete fuerzas políticas.
Trieste se queda aislada con el único gobierno de centro derecha entre las principales ciudades italianas. Gana Roberto Dipiazza con un 51,3% de los votos. Resultado aún así muy ajustado con Francesco Russo, el candidato de centro izquierda que se queda con un 48,7% de los votos. Influenciado el resultado por la tensión vivida en los últimos días en los que el puerto de la ciudad se erigió como el centro de movilizaciones anti vacunas de todo el país. En la jornada de hoy han sido varias las cargas policiales con gases lacrimógenos y mangueras para disipar a los manifestantes que, lejos de los trabajadores del puerto que habían iniciado los parones, ahora engloban muchas sensibilidades radicales bajo el grito anti vacuna.
Las administrativas han dejado un escenario estrepitoso para la derecha pero los expertos consultados apuntan que eso no significa nada. Los conservadores decidieron no ir a votar, pero sí lo harían en unas elecciones generales.. Los datos son bajísimos, en Roma han votado solo 960 mil personas, un 40,68%. Salvini ha comparecido haciendo alusión al uso de gases lacrimógenos y manguerazos para dispersar a los manifestantes en Trieste, en su línea de crítica a la ministra del Interior Lamorgese, mientras se recontaban los votos que apuntaban al peor dato del centro derecha en mucho tiempo. “El error ha estado en la elección del candidato”, explicaba el líder de la Lega. Giorgia Meloni, por su parte, pedía una reunión de la coalición nacional de derechas en los próximos días, llamada que incluiría a Berlusconi, para gestionar esta crisis.
Volverá a gobernar en Roma un alcalde socialista siete años después de que Ignazio Marino tuviese que irse por la puerta de atrás por corrupción. Enrico Letta, el secretario general del PD, comparecía esta tarde y anunciaba un relanzamiento de la izquierda en Italia. Pero los expertos piden prudencia, la altísima abstención tiene una lectura fundamental en estas elecciones.