La hijísima del presidente de Estados Unidos ha reinado durante el mandato de papá. A Ivanka Trump, su descendiente favorita, y al marido de esta, Jared Kushner, Donald Trump les convirtió en sus asesores en la Casa Blanca. En el ocaso del poder, la pareja afronta la nueva situación y los gestos de quienes deciden -ahora- darles la espalda.
En los últimos días, la hija y el yerno del presidente han tenido que sacar a sus hijos del colegio privado en Washington al que asistían desde hace tres años. La causa: las protestas de los padres que les acusan de poner en peligro a las familias al no respetar las medidas contra el coronavirus. Se quejan de que no llevan mascarillas en actos públicos y de que no han guardado confinamiento tras mantener estrecho contacto con personas que han dado positivo en Covid-19, como Donald y Melania Trump, entre otros.
El colegio habría tratado de arreglar la situación con la familia para mantener a los niños en el centro y, al tiempo, "garantizar que no se violaran los protocolos", según fuentes citadas por CNN; pero, finalmente, habrían sido Ivanka Trump y su marido quienes optaron por sacar a los tres pequeños (de nueve, siete y tres años).
También en estos días, una antigua "mejor amiga" de Ivanka ha decidido hablar sobre ella en Vanity Fair. La hija de Trump siempre ha estado "obsesionada con el estatus", afirma Lysandra Ohrstrom, una periodista que fue que fue dama de honor en la boda de Ivanka y Kushner, en 2009. Dice que, además de compañera de colegio fue su mujer amiga, pero no se ahorra los dardos: "Tenía el radar de Trump para el estatus, el dinero y el poder y el instinto de su padre de apuñalar a otros por la espalda para salvarse a sí misma".
Ohrstrom cuenta que cuando Ivanka era una veinteañera -ahora tiene 39 años- ella le recomendó la novela ganadora del Pulitzer Empire Falls (de Richard Russo) sobre personajes de la clase trabajadora en un pequeño pueblo de Maine. "Ly, ¿por qué me dices que lea un libro sobre jodida gente pobre? ¿Qué parte de ti piensa que a mí me puede interesar eso?, afirma que contestó la hija del magnate.
Esa antigua amiga asegura que Donald Trump prestaba mucha atención al atractivo de su hija. "¿Quién es más guapa que Ivanka?", cuenta que le preguntó él un día. Pero, ¿por qué escribe Ohrstrom ese artículo precisamente ahora? Según ella, para "mostrar a la verdadera Ivanka", pese al riesgo -dice- de ser tildada de "hipócrita".
¿Cómo será la vida de la poderosa pareja tras la salida de Trump de la Casa Blanca el próximo 20 de enero? Se espera que deje Washington, aunque aún no han hablado de sus planes. En el Manhattan neoyorquino Ivanka y Kuschner tienen su gran vivienda del Upper East Side. Sin embargo, en Nueva York no se sienten bien recibidos. Sus nombres y sus imágenes aparecieron en grandes carteles junto a mensajes con las cifras de fallecidos por la Covid-19. Los abogados de la pareja pidieron su retirada.
Según CNN, fuentes próximas a la pareja creen que su destino podría ser Florida. Pero aunque en Mar-a-Lago -en Palm Beach- Ivanka tiene una casa privada, ese es el lugar favorito de la esposa de su padre, Melania Trump y, dicen las crónicas locales, la relación entre ambas sigue siendo fría.
Tras convertirse en asesora de la Casa Blanca en 2017, Ivanka cerró su empresa de ropa y calzado en 2018. Tras la salida del poder, medios estadounidenses afirman que los negocios familiares pueden ser el factor que incline la balanza en la elección de la residencia del ojito derecho del futuro expresidente.