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Protección Civil italiana ha informado el sábado de 474 nuevos fallecidos por el coronavirus y suma ya 28 710 desde el inicio de la epidemia. En realidad, en el último día han muerto 192 personas y la cifra elevada se debe a que se han contabilizado 282 fallecimientos extrahospitalarios registrados en abril, según fuentes oficiales. De esa manera, la cifra del sabado de es la más baja desde el 14 de marzo.
Los 282 registrados en abril no se habían contabilizado al ocurrir fuera de los hospitales, en la región de Lombardía, que solo los incluyó hoy en sus recuentos.
El número de contagios totales desde que se detectó el primer caso autóctono el 21 de febrero asciende a 209 328, con 1900 nuevos casos desde el viernes, una cifra en la línea de los últimos días, según los datos de hoy de Protección Civil.
Las personas actualmente positivas son 100 704, lo que supone una reducción de 239 en las últimas 24 horas, y un total de 79 914 personas ya se han curado, mientras continúan descendiendo los hospitalizados y los ingresados en cuidados intensivos.
Por regiones, Lombardía sigue siendo la más afectada con 77 002 casos y 14 189 decesos, seguida de Emilia-Romaña con 25 850 afectados y 3 614 muertos y del Piamonte, que tiene 27 179 casos y 3 126 fallecidos.
El viernes, el balance recogía 269 nuevas muertes, 16 menos que día anterior. Además, ahondando en los datos positivos, los casos activos disminuyeron un día más, siendo el total de 100 943, es decir, 608 menos que la víspera. Y, tras el récord de este jueves, con casi 4700, los recuperados fueron de 2 349 más. También los hospitalizados fueron 580 menos que el día anterior, al tiempo en que los ingresados en UCI cayeron en 116.
Por su parte, el jefe de la Policía italiana, Franco Gabrielli, ha advertido de "una recuperación de las actividades delictivas" a partir del 4 de mayo, cuando comienza la Fase 2 del levantamiento de las medidas restrictivas.
"Previsiblemente seremos testigos de una recuperación de las actividades delictivas atribuibles a la delincuencia común, así como del intento del crimen organizado de infiltrarse en el tejido económico, gravemente afectado por la crisis de liquidez", ha indicado Gabrielli.
Además advierte de que las autoridades de seguridad pública y la policía "se medirán con las diversas expresiones del malestar socioeconómico derivado de la coyuntura inducida por la epidemia con repercusiones inevitables en términos de servicios de orden público".
Valorando la situación, Giuseppe Conte, recalcó que entiende cómo se sienten los ciudadanos desde que iniciase un confinamiento que empezará, por fin, a relajarse a partir del lunes. En este sentido, indicó que está haciendo todo lo posible para que las ayudas que se les han prometido lleguen lo antes posible a quienes lo necesitan.
Precisamente aprovechó el 1 de mayo, el Día del Trabajador, para lanzar a través de Facebook un mensaje de ánimo: "Más de 4 millones volverán al trabajo a partir del lunes gracias a los primeros resultados de las medidas de contención", escribió, asegurando que ha intentado ponerse “en los zapatos” de sus conciudadanos y ha sentido “todo el peso”.
"No haré como que no he escuchado vuestros consejos, vuestras peticiones, vuestra rabia, vuestra angustia. No caen en saco roto, no son palabras al viento. Son más bien el viento que empuja más fuerte la acción del Gobierno", apuntó, refiriéndose a los nombres de algunos de los autores de esas cartas que le han llegado.
"El Estado, igual que todos los trabajadores, no se ha encontrado nunca ante una amenaza sanitaria y económica como esta", ha dicho, pasando a defender la actuación del Ejecutivo y la movilización de fondos que acometió: "Muchos han recibido un apoyo, otros lo recibirán en los próximos días", destacó, reconociendo que "ha habido y sigue habiendo algunos retrasos". "Pido perdón en nombre del Gobierno y os aseguro que seguiremos presionando para que los pagos y la financiación se completen cuanto antes", señaló.
En paralelo, el presidente del país, Sergio Mattarella, también se refirió a la situación que atraviesa el país en el marco del señalado 1 de mayo, aprovechando para llamar a la unidad: “No se olvida la angustia de las últimas semanas, bajo la violenta y veloz agresión del virus, ni que hemos superado los 200.000 contagios y que cada día debemos llorar a algunos cientos de víctimas”.
Por ello, y ante la dramática realidad del impacto del COVID-19, Mattarella recalcó que la situación “exige un clima responsable de leal colaboración entre las instituciones y en las instituciones”, pidiendo huir de la divisón y las diferencias manifestadas en los últimos días entre las regiones y el Gobierno.
"Se que podemos confiar en el sentido de responsabilidad de nuestros conciudadanos (...) para que, en las nuevas condiciones, sigan comportándose con la necesaria prudencia", pero para ello necesitan "indicaciones claras por parte de las instituciones de gobierno”, subrayó, reconociendo que Italia atraviesa una “época llena de dificultades” que, no obstante, está convencido de que juntos lograrán “superar”.