El italiano Renzi, en el punto de mira por la financiación de su ascenso político

  • Termina la investigación de la Fiscalía de Florencia sobre la fundación que está detrás del ascenso político del que fue primer ministro italiano

  • Se pone en duda que OPEN, la entidad investigada afín a Renzi, fuese verdaderamente el brazo fiscal del partido

  • Se cuestionan también los gastos publicados, paralelos a la investigación, y los beneficios de sus charlas por todo el mundo

Matteo Renzi no ha parado desde que salió, aparentemente, de la primera fila política en 2016 cuando dimitió como primer ministro tras perder el referéndum constitucional. Siguió en funciones, primero en el PD y luego en el partido que él mismo formó, Italia Viva, que con pocos votos consiguió mantenerse como la llave inglesa de la política italiana.

Pero al mismo tiempo, viajaba mucho, desde 2018 a 2020 fue conferenciante en Reino Unido o escribió en uno de los principales periódicos coreanos, también hablaba en fondos internacionales de capital privado o viajaba a Arabia Saudí, donde estuvo hace dos semanas mientras se votaba en Italia la Ley Contra la Homofobia. De esos trabajos que el florentino realizaba fuera de su papel de senador recibió beneficios de hasta 2,6 millones de euros. Una actividad que el Renzi siempre defendió como “lícita” diciendo que pagaba impuestos en Italia.

En 2019 comenzó a verse salpicado por las investigaciones sobre el archivo de la fundación OPEN y de su actividad entre 2012 y 2018, cuando fue disuelta. Era una fundación que estaba detrás de su ascenso político y que, según entendía la Fiscalía de Florencia, podría estar violando la ley de financiación de los partidos, funcionando como brazo económico de la actividad de Renzi y de otros políticos, y no como mera aportación.

Los personajes vinculados a la investigación habrían recibido 3 millones y medio de euros entre 2014 y 2018 para hacer política. “Esta investigación es el resultado de decisiones muy erróneas en el pasado. Italia se convirtió en una anomalía dentro de las potencias europeas, somos el único país sin financiación pública directa de los partidos. Ese sistema ha contribuido debilitando a los partidos y los ha hecho depender, aún más, de los fondos externos. Así los más capaces de hacer dinero eran quiénes controlaban los partidos”, explica Eugenio Pizzimenti, profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad de Pisa.

Se refiere, añade, a la Ley de Financiación de los partidos que aprobó Enrico Letta siendo primer ministro en 2014 y que eliminaba la aportación de fondos públicos a los partidos. Eso los hacía depender de la casilla de donaciones en la declaración de la renta de los ciudadanos o de las donaciones privadas, que no podían superar los 100 mil euros.

Esta investigación es la base a través de la que se han filtrado las cuentas bancarias del que un día fue primer ministro, aunque desde la magistratura defienden que esos ingresos no están siendo investigados, los reconocen como “transacciones sospechosas”. Se ha encargado de publicarlas el periódico italiano Il Fatto Quotidiano, que incluía el extracto bancario de Renzi. Renzi reclamó que, con esas publicaciones, se estuviera violando su privacidad y anunció entonces que emprendería represalias legales.

Renzi ha lamentado también públicamente que nadie haya sacado la cara por él, ni sus apoyos más destacados como el que fue candidato a la alcaldía de Roma, Carlo Calenda, en las administrativas de hace un mes. “No ha ocurrido nunca que un líder de la política, aún en el Parlamento, reciba esas cantidades de dinero de un estado extranjero”, declaraba Calenda. “Renzi, seguramente ha usado los fondos para ascender políticamente, pero la historia que cuentan realmente las filtraciones de sus cuentas es la de una persona que ha perdido el sentido de las instituciones, no porque sean fondos públicos, que no lo son, sino que hablan de un megalómano”, añade Pizzimenti.

Mara Morini, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Génova y muy cercana a los círculos renzianos de los albores de su alcaldía en Florencia reconoce que ha sido siempre un “animal político” que estudiaba todo lo que tenía a su alrededor. “El problema jurídico lo deshará la justicia, lo más grave para mí es la percepción de todo ese dinero como charlas que puede generar un problema de conflicto de intereses político con su trabajo de Senador. El problema es que en Italia existe un vacío legal en cuanto a los grupos de presión, lobbies, y eso Renzi lo sabe y lo ha usado a su favor”, explica Morini.

Mara Morini confirma que ha delegado toda gestión organizativa del partido Italia Viva y que no mantiene especiales intereses en crecer porque sabe que sus pocos escaños parlamentarios pueden decidir más que otros grandes partidos de la política italiana. Se ha convertido en una llave inglesa que abre y cierra algunas puertas a su antojo. Renzi eliminó a sus ministras del Ejecutivo de Conte y lo hizo caer para generar una crisis de Gobierno que terminó con Draghi como primer ministro.

Las encuestas lo dan como uno de los políticos más odiados de Italia. “En Toscana, el que tenía que haber sido su feudo, el año pasado en las elecciones regionales no llegó al 5%”, explica Pizzimenti. “Es odiado por derecha y por izquierda”, añade. “Pero sabe lo que hace, es divisivo a sabiendas, él sabe que en la política hacen falta dinero y frialdad, dos cosas que ha trabajado todo este tiempo”, añade Mara Morini.