La invasión de Rusia se ha intensificado en el Donbás. Es el principal objetivo ahora de Vladímir Putin. Las trincheras de los soldados ucranianos son un infierno de explosiones. Aguantan en ellas pese a las constantes ofensivas rusas.
Los militares de Ucrania han grabado con un dron su día a día en las trincheras al este del país. Se mueven con cautela para no ser detectados por los rusos, pero también con presteza para que no les alcancen las bombas.
Ya sea mediante disparos o granadas, los ucranianos tratan de defender sus posiciones en trincheras. La guerra ha sufrido un leve estancamiento en algunas partes del sur y este, pese a que los rusos tienen ventaja aérea. Rusia ha perdido a uno de cada tres soldados enviados a la invasión.
Un bombardeo en la región de Donetsk ha dejado imágenes duras. Las explosiones han alcanzado a un niño y le han dejado en estado muy grave. Los sanitarios ucranianos lo han trasladado a un hospital cercano para atenderle de urgencia.
Muchos de los cadáveres rusos abandonados están siendo recogidos por los ucranianos. Decenas de trabajadores se afanan estos días en identificarlos y llevarlos a los trenes de la muerte. Guardan los cuerpos sin vida en vagones refrigerados, ya que denuncian que Rusia no los quiere recuperar.