A semana y media del día de Acción de Gracias, uno de los días más señalados del año para EEUU y el primero en plena pandemia en el último siglo, se abre un nuevo horizonte de preocupación ante el coronavirus en el país más sacudido por el virus.
Los supermercados de EEUU ya registran una afluencia masiva, a la vez que los contagios siguen en la media diaria de récord de esta semana: cerca de 180 000 y más de 1 300 muertes en las últimas 24 horas. Desde que arrancó la crisis sanitaria, uno de cada cinco infectados en el mundo es estadounidense, con más de 245 000 fallecimientos en total.
En Dakota del Norte, su gobernador, Doug Burgum, anuncia la obligatoriedad de la mascarilla por el incremento de casos y hospitalizaciones. Ante la esperanza de la vacuna, algunos estados ya alertan de que su distribución podría verse afectada por los déficits en financiación, la falta de personal capacitado y las dificultades tecnológicas que tienen.
Todo ante un invierno duro que también anuncia uno de los responsables de la esperada vacuna de Pfizer, Ugur Sahin, CEO del laboratorio BioNTech, que calcula que entre final de este año y abril del siguiente entregarán 300 millones de dosis, con el verano como horizonte de los ansiados primeros resultados de inmunidad colectiva.
Mientras tanto, y ante la llegada del frío, la realidad es otra. Con Europa como reflejo. En Francia se incrementan los controles y las sanciones para hacer efectivo el confinamiento. Se ha convertido en los últimos días en el epicentro de la segunda ola en Europa y ya incluye en su balance más de 1,91 millones de positivos y 42 600 víctimas mortales, por delante de Rusia, que acumula más de 1,88 millones de casos de COVID-19, y 32 536 fallecidos.
En Alemania, el gobierno de Merkel avanza que no se reducirán las actuales restricciones hasta dentro de cuatro o cinco meses, pese al descenso en la incidencia del virus.
En Italia, seis regiones más han sido incluidas en su llamada zona roja, con cifras que recuerdan sus peores semanas: más de 37 000 infectados y 544 muertos en un último día en el que también se han notificado más de 560 000 contagios en todo el mundo.
A nivel mundial, la pandemia está a punto de alcanzar los 54 millones de contagios y ha superado los 1,3 millones de fallecimientos tras registrar unos 560 000 positivos en 24 horas, según el balance actualizado el domingo por la Universidad Johns Hopkins.
En concreto, se han registrado en el último día 561 758 nuevos positivos para un total de 53 929 712 casos, mientras que la cifra global de fallecidos se sitúa en 1 311 273. Más de 34,7 millones de personas han logrado superar la enfermedad en todo el mundo.