Seli Aisyah fue a visitar a sus padres con sus hijos a pesar de que le recomendaron que no lo hiciera. Todos terminaron contagiándose de covid y ahora sobreviven con una botella de oxígeno para cuatro personas. Las autoridades en Indonesia han detectado un aumento de los contagios entre los niños y piden a los padres que protejan a los hijos.
“Ver a tu hijo conectado a un respirador es lo peor que hay”, comenta otra madre, Widya Karmida. Ella fue reacia a hacerse la prueba de covid tras estar con unos familiares que dieron positivo. Sin embargo, cuando su hijo empezó a tener problemas para respirar lo llevo al hospital. “Tuve una enorme suerte de conseguir una habitación para él”.
Los tres hijos de Seli Aisyah también han dado positivo. El pequeño tiene solo 18 meses. Todos fueron a visitar a los abuelos a pesar de que lo recomendable era no hacerlo y ahora están en casa todos infectados de covid con dos botellas de oxígeno para los cuatro.
Los hijos de Aisyah y los de Karmida están entre los 250.000 niños infectados de covid en Indonesia desde que empezó la pandemia. Los niños han sido hasta este mes de junio el 12,6% de la población contagiada de coronavirus en el país asiático.
Las autoridades han advertido de un amento muy significativo de los contagios entre menores. En solo una semana han contabilizado 11.872 niños infectados con covid. "Es muy preocupante, el número está aumentando", ha señalado el doctor Aman Pulungan, presidente de la Sociedad Pediátrica de Indonesia, que puntualiza que "es nuestro fracaso en el cuidado de nuestros niños que contraigan covid”.
En Yogyakarta, el pediatra Kurniawan Satria Denta, del Hospital Dr. Sardjito, admite que cada vez hay mayor de niños hospitalizados con covid. "El año pasado, los niños se podían contar con los dedos. Ahora el número sigue aumentando, incluidos los bebés".
Este pediatra advierte de que los niños se contagian a través de los adultos con los que conviven pero también porque se han relajado las restricciones. Además, advierte a los padres que está detectando en sus pacientes lo que se llama covid-largo, es decir, consecuencias a largo plazo de la enfermedad, como falta de concentración o excesivo agotamiento. "De seis a ocho meses después de la recuperación podemos ver a los niños débiles, que tienen dificultad para respirar, para concentrarse o experimentan pérdida de cabello y dolor muscular", ha señalado en declaraciones a ABC.
Las autoridades sanitarias recuerdan a los padres que deben controlar qué hacen sus hijos y respectar las recomendaciones sanitarias. Hasta ahora en el país 676 niños han muerto de la covid, alrededor del 1,2 por ciento del total de muertes. La mitad de los niños fallecidos de coronavirus tenían menos de cinco años.