"Teníamos una fuente de alimentación para la obra en sí y cuando salimos de la obra, cortamos la fuente de alimentación, le dimos las llaves al conserje, firmamos y fichamos", ha explicado Julien Le Bras, jefe de Europe Échafaudage, de la cual Le Bras Frères, la empresa que trabajaba en la restauración de la catedral de Notre Dame, es una subsidiaria.
Además, ha añadido que "se respetaron todos los procedimientos" y que el 15 de abril, cuando se desató el incendio, solo "montaron los andamios" y "no se realizaron trabajos eléctricos, ni hubo puntos calientes", según francebleu.fr.
Con ello, Le Bras ha querido responder a la hipótesis de que el incendio se desencadenase tras producirse un punto caliente como consecuencia de una soldadura con soplete o un corte de metal.
Los empleados de Le Bras Frères llevaban poco más de un año trabajando en el astillero de Notre Dame, pero solo se habían montado los andamios alrededor de la torre de la catedral.
El presidente galo, Emmanuel Macron, se ha marcado como objetivo concluir en cinco años una reconstrucción que varios expertos ya habían vaticinado que duraría más de una década. El Gobierno, abierto a donaciones de ciudadanos y empresas, lanzará un concurso internacional de arquitectura en busca de ideas para la aguja que se vino abajo la noche del incendio.
El ministro de Cultura, Franck Riester, ha afirmado en BFMTV que la estructura principal está "fuera de peligro", pero hay tres zonas que siguen "frágiles": la fachada del transepto en su parte norte, la fachada oeste y un ángulo de la torre, que corren el riesgo de sufrir nuevos destrozos.
Riester ha celebrado que al menos "la humanidad no ha perdido nada en materia de obras artísticas" -al margen de los derrumbes arquitectónicos- y ha explicado que, una vez retirados los principales tesoros, las autoridades están a la espera de que los Bomberos den luz verde para retirar y trasladar a un lugar seguro las pinturas que aún siguen en el interior de la catedral.
Por su partem el rector de Notre Dame, Patrick Chauvet, anunció el jueves en una entrevista en CNews que "una catedral efímera de madera" será erigida ante Notre Dame "para acoger a los turistas y los fieles". "La finalidad es que la catedral esté siempre viva", ha explicado.
El proyecto ya ha recibido el respaldo de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que ha accedido a erigir una nueva construcción junto a un emblemático templo que recibe cada año millones de turistas -12 millones en el año 2017-. "Quiero un lugar que sea bonito (...), un poco simbólico, atrayente", ha apuntado Chauvet.
Por otro lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, recibió en el Elíseo a unos 250 de los bomberos que participaron en las labores de extinción del fuego y ha destacado que, gracias a su trabajo, el templo pudo ser "salvado".
El Elíseo y el Ayuntamiento de París han organizado sendos homenajes para los Bomberos, cuya labor fue "ejemplar", en palabras de Macron. En este sentido, el presidente les ha prometido la máxima distinción en reconocimiento a quienes contribuyeron a "salvar la catedral de Notre Dame", según France Info.
"Nadie olvidará los primeros minutos. Francia, asombrada, ve desplomarse la aguja de Notre Dame. Inmediatamente después, (los Bomberos) asumen el riesgo de salvar todo lo posible", ha publicado en Twitter Macron, junto a imágenes del acto organizado en la sede de la Presidencia.
Macron también ha confirmado durante dicho acto que ha hablado por teléfono con el Papa y que, "evidentemente", le ha invitado a viajar a Francia, algo a lo que el Pontífice habría accedido. Así, según el mandatario, Francisco realizará una visita oficial a Francia "a su debido tiempo".
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