En Filipinas, las gravísimas inundaciones han obligado a evacuar a 200.000 personas. Entre ellas, un bebé de apenas un mes. Sus rescatadores, con el agua al cuello, le han podido poner a salvo metiéndolo en un barreño y protegiéndolo de la lluvia con un paraguas.
La llegada del tifón 'Rai' --también conocido como 'Odette'-- al este y el sur de Filipinas está provocando intensas lluvias y vientos de más de 250 kilómetros hora.
Más de 9 millones de personas viven en las zonas que podrían verse más afectadas por el temporal, 2,1 millones de ellas en una situación especialmente, según una estimación divulgada por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.