La imagen, realizada por la fotógrafa Lora Scantling y Christie Goodger, recrea la primera imagen pero con diferencias. Las niñas llevan el mismo vestido y las mismas diademas de flores pero los signos de recuperación son evidentes, sobre todo en Rylie y Ainsley, que han superado un cáncer de riñón y una leucemia respectivamente.
La mayor, Rheann, aún tiene un camino por delante de sesiones de quimioterapia, pero el cáncer cerebral contra el que lucha desde los cuatro años ha remitido. Al tomar la primera de las fotografías los médicos advirtieron a los padres de la pequeña que se prepararan para lo peor.
Las pequeñas no se conocían cuando fueron fotografiadas por primera vez, pero ahora se han hecho grandes amigas.